martes, 4 de mayo de 2010

El Litígio Limítrofe entre Perú y Chile

Por: Andrés Guzmán Escobari

La delimitación de la línea que divide las aguas entre Perú y Chile, la pertenencia del triangulo que se proyecta en el mar y el punto donde comienza la frontera terrestre entre los dos países, han generado serias discrepancias entre los gobiernos de Lima y Santiago en el pasado reciente; tanto así que el litigio fue llevado a la Corte Internacional de Justicia de la Haya para que esa instancia resuelva el asunto, en el cual, también concurren los intereses de Bolivia por recuperar su condición de país marítimo, pues los territorios en disputa son precisamente los que más factiblemente podrían darle una salida al mar.

Mientras Chile aduce que el límite marítimo es el paralelo geográfico que sigue a la frontera terrestre entre ambas naciones, tal como lo dan por entendido los acuerdos suscritos por ambos países y Ecuador en 1952 y 1954; Perú argumenta que dichos acuerdos no determinan la frontera marítima porque no tienen por objeto la delimitación limítrofe, la cual – afirman los peruanos -, aún está pendiente.

Áreas en disputa
La Declaración de 1952, establece los derechos de los suscriptores en el mar y hace una referencia a la superposición de las áreas marítimas que corresponden a territorios insulares, pero no hace delimitación alguna. Por otra parte, el Convenio de 1954, que es el documento más controversial de todo este asunto, reglamenta los límites de la navegación de las embarcaciones que venían violando de forma inocente y accidental el límite fronterizo marítimo – que no había sido definido -; estableciendo “una zona especial, a partir de las 12 millas marinas de la costa, de 10 millas marinas de ancho a cada lado del paralelo que constituye el límite marítimo entre los dos países” (Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima de 4 de diciembre de 1954).

Para Chile, el texto del Convenio de 1954, deja muy en claro que “el paralelo constituye el límite marítimo entre los dos países”, y por tanto, no hay nada que discutir sobre la delimitación marítima, ya que además, Perú firmó y ratificó dicho acuerdo. Desde el punto de vista chileno, el objeto del Convenio fue establecer un área de tolerancia para la navegación de las naves que violaban el límite fronterizo chileno-peruano y peruano-ecuatoriano, lo cual significa que el Perú, al ser suscriptor de ese Convenio, aceptó tácitamente que existe un límite fronterizo marítimo definido por el paralelo geográfico que sigue a la frontera terrestre que divide a los países signatarios. Además, desde hace más de 50 años, el mencionado convenio está vigente, y durante todo ese tiempo, ha sido respetado por sus suscriptores (stoppel).


Extensión de las áreas en disputa
Sin embargo, para Perú, dichos acuerdos se refieren a los derechos de los tres países en el mar sobre una extensión de 200 millas marinas (1952) y a la reglamentación para la navegación comercial en esas aguas (1954), por lo que no es aceptable dar por delimitada la frontera marítima mientras no exista un acuerdo específico que la defina. La posición peruana sostiene que el territorio marítimo que le corresponde a Chile, conforme a la Declaración de 1952, se superpone al área marítima que según ese mismo acuerdo le correspondería al Perú; razón por la cual, este último país propone dividir equitativamente el territorio superpuesto a través de una línea equidistante.

Además de eso, existe un triangulo externo en el mar de 27 mil km2 aproximadamente, que se encuentra a menos de 200 millas marinas del territorio peruano y a más de esa misma distancia del territorio chileno. Por lo cual, Perú solicitó a la Corte que se reconozca su dominio sobre esa zona marítima que Chile considera su mar presencial, algo así como las aguas de alta mar más próximas al espacio marítimo que le corresponde o más allá de las 200 millas marinas que la Convención del Mar de 1982 reconoce como zona económica exclusiva.    

Asimismo, existe una discrepancia en cuanto al punto donde comienza el límite terrestre entre Chile y Perú, debido a las interpretaciones que se les puede dar a los textos del Tratado de Lima de 1929 y al Acta de la comisión mixta que fue encargada de la respectiva delimitación en 1930, lo que ha hecho que exista un triangulo de arena en disputa de 3,6 Km2.
VERSIÓN PERUANA
VERSIÓN CHILENA
Por lo explicado, Perú decidió presentar una demanda contra Chile ante la Corte Internacional de Justicia de la Haya para determinar “el curso del límite marítimo entre los dos Estados” y resolver asimismo, las discrepancias acerca del punto de anclaje. El proceso comprende dos partes, una escrita y otra oral. La primera se abrió el 19 el marzo de 2009, cuando Perú presentó la memoria documental de sus argumentos; el 9 de marzo de 2010, Chile presentó su contramemoria. Ahora resta la réplica peruana y la dúplica chilena para las cuales cada país tiene ocho meses; luego vendrá la fase oral, que generalmente es más corta; y finalmente, este alto Tribunal, emitirá un fallo inapelable.

Empero es importante considerar que la resolución de este asunto no sólo servirá para definir los límites fronterizos entre Perú y Chile, sino que establecerá la nueva estructura de las relaciones político-diplomáticas entre los países que concurren a las costas del Pacífico sur, que históricamente estuvieron definidas por un equilibrio de poder, en el que por un lado están, Bolivia y Perú, y por el otro, Chile. Además, hay que tener en cuenta que están en juego los más profundos sentimientos nacionalistas de estos países; pues para Chile significa dar un paso más en sus intenciones hegemónicas sobre la zona, para Perú se trata de territorios que otrora fueron suyos y que aún añora, y para Bolivia, representa el espacio físico que podría servir para levantar el costosísimo enclaustramiento geográfico al que fue sometida hace 131 años.


NOTA: Los comentarios vertidos son opinión del autor y no reflejan la postura del Gobierno de Bolivia.