jueves, 18 de agosto de 2011

¿Espías chilenos?

Por Andrés Guzmán Escobari
Publicado en La Razón

Considerando que la negociación iniciada en 1950 por los gobiernos de Bolivia y Chile con el propósito de solucionar el problema que genera el enclaustramiento boliviano fue estropeada por una filtración periodística que difundió los detalles de dicha negociación, es necesario evitar que algo así vuelva a ocurrir.

El 13 de agosto pasado, el periódico chileno La Tercera publicó un reportaje titulado "La reunión más tensa de Piñera y Morales", en el que se divulgaron los pormenores de ese encuentro realizado en Lima – Perú, entre ambos Mandatarios y sus respectivos Cancilleres, el último 28 de julio. “La conversación fue relatada a La Tercera por altos personeros diplomáticos” indica el rotativo santiaguino sin especificar nacionalidades ni mucho menos identidades.

Llama la atención que ese prestigioso diario publique una información tan importante y delicada amparándose únicamente en fuentes anónimas, no obstante, la no objeción de ambos gobiernos a lo publicado, podría hacernos creer que existe una intencionalidad oculta o simplemente que todo lo informado es cierto.


Para deducir si se trata de una filtración autorizada, es necesario considerar los intereses de las partes en la reunión y si lo publicado contribuye a la consecución de los mismos. Por un lado, cabe recordar que el gobierno boliviano solicitó el encuentro con el propósito de restablecer las conversaciones sobre el tema marítimo que habían sido suspendidas después de que Chile incumpliera los compromisos asumidos en el marco de la agenda de los 13 puntos. Por otra parte, Chile acudió al encuentro con la intención de dar muestras de que continúa abierto al diálogo pese a la amenaza boliviana de judicializar el tema. Teniendo en cuenta que, de acuerdo a lo informado, no se avanzó en el tema marítimo debido a la rigidez de las posturas y, sobre todo, al tenso ambiente en que se produjo el encuentro, enrarecido por los hechos comentados y otros atribuidos a militares bolivianos y a policías chilenos; el gobierno de Chile parece ser el principal sospechoso de propiciar la filtración.

No es la primera vez que La Tercera procede de esta forma, el 5 de diciembre de 2010 publicó una llamativa noticia que curiosamente y pese a su importancia, tampoco señalaba la fuente de la cual extrajo su información, el encabezado decía “Piñera frenó oferta de Bachelet de enclave a Bolivia antes de asumir. Tres expertos bolivianos viajaron a la Región de Tarapacá en 2009 para inspeccionar un enclave ofrecido por el gobierno de Bachelet. Se llegó a construir mapas al sur de la Quebrada de Camarones y en febrero pasado se preparaba la firma de un acta. El plan fue rechazado por Piñera, quien es más partidario de otorgar un corredor sin soberanía por el norte del río Lluta".

En esa oportunidad, las únicas referencias al origen de la información fueron: “señalan fuentes del gobierno de la época” y “asegura una fuente de la Cancillería chilena que conoció de estas conversaciones”.

Por lo dicho, más allá de la suposición de que las filtraciones hayan contado con el asentimiento de La Moneda, queda claro que el gobierno boliviano no puede permitir que un trascendido extra oficial de este tipo, obtenido mediante espionaje, vuelva a poner en riesgo la consecución de nuestro objetivo de reintegración marítima.

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