Por: Andrés Guzmán Escobari
Publicado en La Razón (edición impresa)
La tibia defensa del proceso de integración europeo por parte de quienes propugnaron el Bremain, fue uno de los determinantes del triunfo del Brexit, que fue impulsado con un discurso islamofóbico.
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Un partidario del Brexit enfrenta a un musulmán. Fuente: World Bulletin |
Existen varias razones
para explicar el triunfo del Brexit (British exit o salida británica de la UE),
entre las que destacan el resurgimiento del “espléndido aislamiento” que
caracterizó a la política exterior británica durante muchos años y que al
parecer ahora se pretende retomar, y la recuperación de la independencia
político-económica que, según los propulsores de esta decisión, se había
perdido desde que el Reino Unido ingresó a la Unión Europea (UE). Pero la razón
más importante o al menos la más llamativa, es la islamofobia que estuvo detrás
de esta determinación adoptada en el referéndum del pasado 23 de junio.
En efecto, dada la enorme
preocupación que generó el surgimiento de grupos terroristas como Al Qaeda o el
Estado Islámico (Daesh), que se basan en una versión distorsionada del islam
para cometer actos de terrorismo; la seguridad de la población y las políticas
de migración, se han convertido en los asuntos de más alta prioridad para los gobiernos
de los países que participaron en las invasiones y/o bombardeos de Afganistán, Iraq,
Somalia, Siria y Libia, todos ellos conformados por mayorías musulmanas.
Aprovechando esa
preocupación y también los efectos de los gigantescos desplazamientos humanos que
han provocado dichas invasiones y bombardeos desde el medio Oriente y norte de
África hacia los países colindantes y Europa; las fuerzas de la ultraderecha británica,
lideradas por el partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP por sus
siglas en inglés) de Nigel Farage, han difundido un discurso euroescéptico e
islamofóbico, que cuestiona duramente los beneficios de permanecer en la UE: oponiéndose
a la política de inmigración europea que tiende a recibir cada vez más
refugiados, criticando la exigua independencia que tienen los miembros de la UE
para tomar sus propias decisiones en este y otros temas de interés nacional, y
relacionando injustamente a todos los musulmanes y a sus manifestaciones
culturales con el terrorismo yihadista.
Pero lo más lamentable es
que estas ideas, que por la coyuntura y la desinformación generan una gran
aceptación popular, no fueron rechazadas del todo ni por los conservadores que
actualmente gobiernan, ni tampoco por los laboristas de centro-izquierda que son
de la oposición pero que dijeron estar a favor de permanecer en la UE. Según
las críticas, la tibia defensa del proceso de integración europeo por parte de
quienes propugnaron el Bremain
(British remain o permanencia británica en la UE), fue uno de los factores
determinantes en el triunfo del Brexit (BBC,
24/05/2016).
Esta política nacionalista
pero populista de la extrema derecha, que apela al desconocimiento de la
población para conseguir votos, y que genera un escalofriante recuerdo de lo
que fue el antisemitismo nazi de los años 30 y 40 del siglo pasado, está siendo
aplicada por la ultraderecha de muchos otros países desarrollados, con la misma
irresponsabilidad que determinó el retiro británico de la UE.
Efectivamente, en Estados
Unidos, con un discurso muy parecido, Donald Trump, candidato republicano de la
derecha populista, ha logrado cautivar a la mayor parte del electorado en las
primarias de su partido de cara a las elecciones presidenciales de noviembre de
este año, en una campaña signada por epítetos políticamente incorrectos y por una
aversión absoluta y manifiesta a los inmigrantes, principalmente musulmanes y
mexicanos. De hecho, si Trump es elegido como presidente, tendrá que cumplir
sus promesas electorales de deportar a todos los inmigrantes indocumentados y
de construir un gran muro en su frontera con México, entre otras cosas.
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Captura de pantalla de una entrevista de CNN a Donald Trump. |
De igual forma, en
Francia, Marine Le Pen, presidenta del partido de extrema derecha Frente
Nacional, ha conseguido un importantísimo triunfo en las últimas elecciones
regionales de diciembre de 2015, en las que su partido obtuvo la mayoría de los
votos, y sólo pudo ser superado en una segunda vuelta, por la alianza de otros partidos
de centroderecha e izquierda. De hecho, gracias a sus propuestas de prohibir el
Corán y cerrar las fronteras a los inmigrantes, Le Pen también mantiene buenas
posibilidades de convertirse en presidenta de su país, posición desde la cual
podría promover el retiro de Francia de la UE y de la OTAN, tal como ya lo ha planteado.
En otros países de la
Unión la visión islamofobica y euroescéptica también ha ganado espacios, como en
Austria, donde Norbert Hofer del partido de extrema derecha, Libertad de Austria,
obtuvo la mayor parte de los votos en las elecciones realizadas en abril
pasado, siendo derrotado después por la centroizquierda, en la segunda vuelta,
por menos de un punto porcentual (BBC, 22/06/2016).
En la misma línea, el Partido
de la Libertad (PVV) del Reino de los Países Bajos, liderado por el
ultraderechista Geert Wilder, ostenta actualmente la intención de voto más alta
de todas las opciones para las elecciones legislativas que se realizarán en
septiembre de este año, y eso gracias, entre otras cosas, a los llamados de su
líder a “limpiar el país de marroquíes” (El País, 11/06/2016).
Ante
este sombrío panorama que parece nublarse cada vez más, especialmente para los cerca
de 1.500 millones de musulmanes de todo el mundo, incluidos los no más de 50
mil terroristas del Estado Islámico; es bueno recordar que son los pueblos de los
países mencionados los que en última instancia decidirán el futuro de Europa y
Estados Unidos, y en buena medida también del mundo. En ese sentido, son esos
pueblos los que tienen la responsabilidad de tomar las decisiones correctas, para
evitar nuevos conflictos y para dar continuidad al proyecto de la UE que tiene
que seguir siendo, con o sin el Brexit,
el proceso de integración multilateral más avanzado e importante de la historia
de la humanidad.