miércoles, 11 de enero de 2017

Israel entre Bolivia y Chile

En referencia a un artículo publicado por el israelí Yair Lapid, el autor señala que no es lógico comparar lo que siente el abusador en un conflicto con lo que siente el abusado en otro.  
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El actor, periodista y político israelí, Yair Lapid.
Por: Andrés Guzmán Escobari

A propósito del ingreso de Bolivia al Consejo de Seguridad de la ONU, el político y periodista israelí Yair Lapid publicó un artículo en el que manifiesta su esperanza de que nuestro país introduzca a dicha institución “una voz más equilibrada y razonable que aquellas que se oyen de ahí últimamente”, en referencia a los paí-ses que aprobaron la Resolución 2334, del 23 de diciembre de 2016, que reafirma que los asentamientos que Israel estableció en territorio palestino, ocupado desde 1967, incluido Jerusalén oriental, “no tienen validez legal y constituyen una flagrante violación al derecho internacional”.

Con ese propósito, el autor intenta poner a los bolivianos en el lugar de los israelíes para que comprendan la ira que les causó la Resolución 2334, planteando el caso hipotético de que Israel apoye “la posición de Chile en la disputa por una salida soberana al Pacífico en favor de Bolivia”.

Al respecto, es importante aclarar que no es lo mismo defender el establecimiento de los asentamientos de Israel en Palestina, que son una expresión neocolonial y un obstáculo para lograr una solución biestatal, que defender el legítimo derecho que tiene Bolivia de recuperar su cualidad marítima mediante una negociación, tal como lo prometió Chile en reiteradas ocasiones.

Es decir, no es lógico comparar lo que siente el abusador en un conflicto con lo que siente el abusado en otro, porque, dadas las diferentes visiones y experiencias, resulta prácticamente imposible extrapolar nuestros sentimientos.

Además, las diferencias que existen entre un apoyo estatal, de un gobierno a otro, y una resolución del Consejo de Seguridad, que se aprueba por varios Estados y que sí tiene efectos vinculantes (artículo 25, Carta de la ONU), confirman que la hipótesis que plantea Lapid tampoco tiene sentido de proporcionalidad.

Ciertamente, a diferencia del efecto simbólico que podría tener el primer y único apoyo que el país del Mapocho jamás recibió de otra nación en el tema del mar (no es cierto que existan “partidarios de Chile” en este tema, como afirma Lapid), Israel tiene la obligación de aceptar y cumplir lo dispuesto por la Resolución 2334, incluyendo en especial lo referido a la “cesación completa de todas las actividades israelíes de asentamiento”.

Pero más importante aún, y esto seguramente no lo sopesó Lapid, es que el apoyo de su país a Chile en rea-lidad podría beneficiar a Bolivia.

En efecto, si consideramos que Israel es un país mundialmente conocido por incumplir sus obligaciones internacionales, tal como lo confirmó la Corte Internacional de Justicia en 2004, cuando emitió su opinión consultiva sobre la construcción de un muro israelí en Palestina; y teniendo presente que “la disputa por una salida soberana al Pacífico”, que actualmente se ventila en ese mismo tribunal, versa precisamente sobre los incumplimientos de Chile a varios de sus compromisos y promesas internacionales, un respaldo israelí a la causa chilena podría contribuir a reafirmar la tesis de que Santiago pretende mantener el statu quo de los territorios que a partir de 1879 anexó a sus dominios por la fuerza, aun cuando eso requiera transgredir el derecho internacional, tal como lo hace Israel con territorios palestinos.

De hecho, el apoyo de Israel a Chile sería como que Corea del Norte apoye a Irán en sus planes militares de potenciamiento nuclear, o que el Gobierno de Arabia Saudita respalde los comentarios misóginos y sexistas de Donald Trump; es decir, un apoyo que en lugar de ayudar, perjudicaría.

3 comentarios:

  1. Existe un parecido entre lo que hizo Chile a lo que está haciendo Israel en lo que se refiere a la ocupación de territorios. Parece que Chile viene a ser un mal precedente de anexión que Israel puede estar tomando en cuenta.

    Sin embargo, Israel es un problema extremadamente complejo a nivel mundial y Bolivia debe tomarlo en cuenta. Se debe analizar la relación Bolivia-Israel-Chile, desde el punto de vista boliviano cuya política exterior, en parte, es de recobrar acceso al Pacífico.

    El primer detalle que salta a la vista (la mía, porque no sé de nadie que lo perciba así ), es la contratación de un abogado británico por parte de Chile y que tuvo protagonismo en la primera fase oral del juicio de La Haya. Se trata de de Daniel Bethlehem, quién es judío británico. Cual es su importancia?

    Bethlehem fue consejero legal de la Oficina Extranjera Británica por varios años. Luego fue asesor legal de países como Bahrein donde justificando sus actitudes represivas, pero más importante,  asesoró a Israel en la justificación de la construcción de un muro que los separe de los palestinos.  Esto cobra importancia hoy en día luego que Trump pone este tema en la discusión.

    El muro que Israel construía era resistido por los palestinos y fue llevado a la CIJ donde lo declararon ilegal, de modo que Bethlehem fue derrotado. A lo que quiero llegar es a la estrecha coordinación  entre este judío británico con Israel,  y ahora colaborador de Chile. Todo ello lleva a pensar que Chile está avanzado en el favoritismo Israelí.

    Pero el mundo da vueltas y ha puesto a Bolivia en posición de importancia respecto a Israel,  al haber entrado al Consejo de Seguridad de la ONU, así sea por un corto tiempo. Y hubo este deseo publicado por Yair Lapid de esperanza de que Bolivia sea más ecuánime que el resto de países que se pronunciaron contra Israel en Diciembre de 2016. Pero la reciente historia del actual gobierno boliviano de  haber declarado a Israel un país terrorista y haber roto relaciones no van con ese deseo.

    Todo ello puede poner a Israel en contra de Bolivia a no ser que se pongan pragmáticos y apoyen a Bolivia. Sin embargo Chile puede tener una carta escondida pues Bethlehem recomendó al ya famoso (en Bolivia) juez de la CIJ, Christopher Greenwood nada menos que al cargo de juez de esta corte, cargo que todavía ostenta. Christopher Greenwood fue quién le hizo una pregunta exclusiva e incómoda a Bolivia en los primeros alegatos orales llevándonos a preguntar si tiene una inclinación a favor de Chile.

    Greenwood and Bethlehem también escribieron juntos en una publicación, los dos son “caballeros”, los dos son “Consejeros de la Reina”. Todo esto lleva a pensar con suspicacia sobre esta conexión Gran Bretaña - Israel y ahora Chile.

    En todo caso, pese a creer firmemente en la justicia de la CIJ, Bolivia debe tomar en cuenta estas conexiones. También,  estudiar detalladamente la posición de Bolivia en el consejo de seguridad, en función de objetivos como el marítimo.

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    1. Me queda claro que es de mentalidad izquierdista, curioso es que las teorías de las conspiraciones sean siempre de esta gente, y en Bolivia la izquierda se hace festín, y después se generan los mitos históricos a falta de pruebas, te falta ahora decir si fue real lo de Rosewell xdxdxd

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