viernes, 15 de febrero de 2019

140 años de la invasión chilena

Al conmemorarse 140 años de la invasión chilena al puerto boliviano de Antofagasta, que dio inicio a la guerra que dejó enclaustrada a Bolivia, emergió un debate en nuestro país respecto a pertenencia de continuar con el reclamo por una salida soberana al mar después de que la Corte Internacional de Justicia desestimara la demanda boliviana incoada en 2013, que solicitaba a esa Corte que falle y declare que Chile tiene la obligación de negociar con Bolivia un acceso soberano al Océano Pacífico. Al respecto se desarrolló las siguiente entrevistas: 

En Jaque Mate de TVU, 14/02/2019


En A todo a pulmón de Cadena A, 14/02/2019

4 comentarios:

  1. 1º 140 años de la violación por parte de Bolivia del Tratado de Límites de 1874; conducta ilícita que estuvo precedida de la violación del Tratado de Límites de 1866 (ambos hechos reconocidos por ex canciller boliviano Mariano Baptista) y de la violación del mismo Tratado de Alianza ofensiva de 1873 (Bolivia debía pedir permiso a Perú para negociar el Trátado de límites de 1874 y oh sorpresa no lo hizo; tampoco acepto el arbitraje); y como guinda de la torta, el desconocimiento de Bolivia del laudo arbitral emitido por el presidente argentino a inicios del siglo XX, mediante la movilización militar e inasistencia del embajador boliviano a la lectura del fallo. ya es hora que Bolivia abandone la fábula autovictimista y asuma las inevitables consecuencias de su comportamiento durante el siglo XIX.

    2º Culpar a la sentencia de septiembre de 2015 emitida por la Corte de La Haya, de generar falsas expectativas en los bolivianos significa no tener el mas mínimo entendimiento de lo que significa un fallo que resuelve una excepción de incompetencia rechazándola; el cual no supone de ninguna manera que el Tribunal esté reconociendo mérito, veracidad o fundamento a la demanda que ante él se ha planteado. es responsabilidad del gobierno boliviano y de gente como Carlos Mesa el haber distorsionado el fallo de 2015 mostrándolo como una victoria; Karen Longaric se los advirtió.

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  2. Sr. Contardo:

    No es la primera vez que usted intenta justificar la invasión chilena al litoral boliviano aduciendo la supuesta "violación" por parte de Bolivia del Tratado de 1874. Al respecto, como ya se lo dije alguna vez, la supuesta violación de un Tratado no era en 1879 ni nunca fue un argumento válido para invadir, usurpar y enclaustrar. En ese caso, Bolivia también habría tenido el derecho de invadir a Chile por sus múltiples violaciones al Tratado de 1904, desde 1906, ¿Ud estaría de acuerdo con que Bolivia invada a Chile por sus violaciones al Tratado de 1904?

    La reacción de Chile ante la supuesta violación boliviana al Tratado de 1904 fue desproporcionada, artera y desleal, motivada principalmente por intereses económicos. La verdadera razón por la que Chile invadió a Bolivia y a Perú fue para arrebatarles sus riquezas de guano y salitre. Lo del gravamen de los 10 centavos fue solo excusa que, repito, no valida de ninguna manera la agresión ni mucho menos la usurpación.

    Ya es hora de que Chile asuma sus responsabilidades en el conflicto y reconozca que Bolivia nació con mar, tal como lo reconoció la Corte, junto con reconocer que Chile declaró la guerra a Bolivia y Perú.


    Respecto a las expectativas que generó el fallo de la fase preliminar no se me refiero a lo que éste significa en términos jurídicos, sino a cómo fue comprendido por la opinión pública no sólo en Bolivia, sino también en Chile y en otros países. Ese fallo hizo creer a muchas personas que Bolivia podría obtener la victoria, aunque a ud no le guste.

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  3. Señor Guzmán:

    1º La violación del Tratado de Límites de 1874 por Bolivia (precedida de la violación del de 1866 y del de 1873) no es un hecho “supuesto” como Usted imagina, sino que es un hecho cierto que se desprende indefectiblemente de la naturaleza jurídica de la obligación de no hacer que el artículo IV de dicho Tratado imponía a Bolivia, tema explicado por el propio Mariano Baptista que negoció tal tratado. Por lo demás, dicha violación del Tratado de 1874 por Bolivia ha sido admitida por embajadores, cancilleres, y presidentes bolivianos, incluido el actual candidato Carlos Mesa; asimismo fue reconocida por el presidente peruano de la época, vuestro aliado en el ilícito, consignada por autores bolivianos en sus obras como acontece con Querejazu Calvo y Gumucio Granier. En todo caso, yo no me sorprendo de que Usted trate infructuosamente en negar el hecho, pues también Usted en su cuenta de twitter emitió opinión negando que Bolivia hubiera violado el Tratado de Alianza de 1873, en circunstancias que es un hecho cierto que, para firmar el Tratado de Límites de 1874, Bolivia no pidió a Perú la autorización previa a que estaba obligada por el nº3 del artículo VIII de dicho tratado de 1873.


    2º La responsabilidad por el recurso a la guerra, medio lícito en 1879 para dirimir conflictos, y las consecuencias inevitables que ella trae al derrotado, como tener que indemnizar al vencedor por ejemplo, solo son imputables a quien con su conducta ilícita, torpe y equivocada la desencadenó; me refiero al ilustrado gobierno boliviano de Hilarión Daza. Presidente que en base a una equivocada apreciación política estratégica (consignada en su célebre carta a Zapata) creyó que aliado militarmente a Perú podía agraviar y agredir a Chile sin consecuencias negativas; basta leer un poco a Querejazu Calvo para tomar nota de los hechos que así lo demuestran. Hay que ser muy iluso para creer, verdaderamente, que un Estado va a tolerar que uno de sus vecinos sistemáticamente incumpla los tratados de límites, y que en esa conducta se deje influenciar por terceros. El error de Bolivia de dejarse instrumentalizar por Perú y sus consecuencias corresponde que los asuma Bolivia, con madurez.

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  4. BOLIVIA, NACIÓN FALLIDA E INCONFIABLE.
    La torcida y falaz interpretación que los bolivianos hacen del derecho de Chile a reivindicar y/o retrotraer la situación limítrofe a la condición previa a los Tratados de 1866 y 1874, nulos por el reiterado incumplimiento boliviano de los mismos, es demostrativa de que con el estado boliviano no es posible entenderse por su permanente desapego a la verdad histórica y al derecho internacional; así resulta imposible generar confianzas, acuerdos y entablar negociaciones de cualquier índole; son un pueblo irreverente, díscolo, que genera y se cree sus propias mentiras, todo lo que queda claramente representado además, en el nulo cumplimiento por parte del autócrata Morales en la propia constitución que él mismo se dió para gobernar.

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