jueves, 16 de septiembre de 2021

Traspasos ilegales de la frontera Bolivia-Chile

Por más que la justicia chilena condene a nuestros militares a 10 años de cárcel, el problema no se habrá resuelto y muy por el contrario, generará mayores enconos entre los que están encargados de custodiar la frontera. 

Por: Andrés Guzmán Escobari 

Publicado en Página Siete 

Hace unos días, tres militares bolivianos fueron detenidos por Carabineros de Chile en la parte oeste del salar de Coipasa, en un incidente que ahora se encuentra bajo investigación de la justicia chilena y que tiene como antecedente a varios otros casos similares, en los que también hubo traspasos ilegales de la frontera.

A mediados de 2017, por ejemplo, dos carabineros de Chile fueron arrestados en Bolivia, luego de traspasar el límite fronterizo y adentrarse cerca de cuatro kilómetros en territorio boliviano. A diferencia de lo que acontece en el vecino país cada vez que suceden estos traspasos, el gobierno boliviano decidió devolver a los policías chilenos a las pocas horas de haber sido sorprendidos fuera de su jurisdicción y quizá por eso no muchos recuerdan aquel incidente, que obviamente no generó el escándalo que producen cada cierto tiempo los encarcelamientos y enjuiciamientos de funcionarios bolivianos en territorio chileno. 

Es importante recordar ese hecho porque ahora hay voces en Chile que exigen “sentarles la mano a los bolivianos” y aplicarles “el máximo rigor de la ley” como si se tratara de un delito que solo sucede a un lado la frontera. Pero la furia que se ha desatado en redes sociales contra los tres militares bolivianos, tanto en Chile como en Bolivia, se debió principalmente a las declaraciones del ministro chileno Rodrigo Delgado, quien aseguró que los militares bolivianos habrían avanzado 15 kilómetros en territorio chileno, lo cual es absolutamente falso. En efecto, según los peritajes realizados por la Fiscalía y los Carabineros de Chile, la detención se produjo a menos de un kilómetro y medio de la frontera y todo el incidente no pasó en ningún momento de los dos kilómetros contados desde Bolivia.

Por el otro lado, aunque es verdaderamente destacable que las autoridades bolivianas no hayan intentado politizar el caso en esta ocasión, habría sido bueno que aclaren el detalle de la distancia penetrada porque las animosidades crecen en base a la falsedad de los 15 kilómetros y al final de cuentas, no sólo los militares sino todo el país queda mal.

El problema del crimen organizado en la frontera, que además de contrabando comprende narcotráfico, trata de personas y otros,  no se combate encarcelando a quienes intentan erradicarlo en el país vecino, sino colaborando y coordinando acciones entre todos los involucrados para enfocar esfuerzos en prevenir y evitar los delitos transnacionales, que afectan no solo al país de uno mismo, sino también al del vecino.

Respecto al contrabando, la aduana chilena en el puerto de Iquique, a título de zona franca, deja pasar una gran cantidad de mercancías que terminan ingresando a Bolivia de manera ilegal, porque esas mercancías, registradas en el sistema de factura chileno para su utilización y comercialización en las regiones de Tarapacá y Arica-Parinacota, son casi en su totalidad desviadas a Bolivia por contrabandistas que, como en este caso, acaban siendo las “víctimas” de los militares bolivianos y los “defendidos” de las autoridades chilenas.

Pero por más que la justicia chilena condene a nuestros militares – como parece que lo hará – a la máxima sanción posible en este caso, que corresponde a 10 años de cárcel, el problema no se habrá resuelto y muy por el contrario, generará mayores enconos entre los que están encargados de custodiar la frontera en uno y otro país y también, entre las dos sociedades que ya guardan suficientes recelos.

3 comentarios:

  1. En toda nación DEMOCRATICA, donde existe el estado de derecho y la separación de poderes, los delincuentes que afectan el derecho de otros ciudadanos son perseguidos, apresados y juzgados; en este caso, que los delincuentes sean militares bolivianos no quita ni pone, son igualmente delincuentes, y la justicia es una sola.
    Bolivia debería preocuparse más de que sus militares no violen la soberanía nacional chilena, aunque entendemos que el interés es generar un conflicto mayor y está claro quiénes son los provocadores, una vez más, como en 1879, por lo tanto, los problemas que Bolivia manifiesta tener con el contrabando, el narcotráfico, la trata de personas etc., tienen que resolverlo en SU territorio, porque si se topan con alguna patrulla militar chilena está claro que el resultado será otro, reiterando, una vez más, que los provocadores, lo violadores de leyes y de tratados internacionales son soldados bolivianos nada menos, lo que es un grave atropello a la soberanía nacional chilena, lo que debe quedar muy claro para el mundo entero.

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  2. Sr. Guzmán, que manera de simplificar el problema. Pareciera que estuvo presente en el incidente para afirmar con tanta liviandad que los 15 kilómetros es falso.

    Pero esconder la realidad no hace que el problema no exista. Cuando reconozca, como boliviano, que su país es un agujero negro en el corazón de Sudamérica en donde no existe Dios ni ley; recién ahí estará en condiciones de salir a dar cátedra. El contrabando en Bolivia es moneda corriente, basta ver como trafican en las fronteras con Perú, Argentina y Brasil a vista y paciencia de las autoridades locales; pero el único problema que existe para el Sr. Guzmán se da en la frontera con Chile.

    La gran diferencia entre el caso de los Carabineros que traspasaron la frontera v/s este caso (y varios otros similares) no son los 15, 2 o 1 kilómetro(s). Sus militares están acusados de robo con intimidación, porte de armas de guerra, dispararle a Carabineros mientras escapaban hacia Bolivia, abuso sexual a la victima femenina, entre otros. El cruce “involuntario” de la frontera es el menor de sus problemas ante la justicia.

    Y si, tiene mucha razón en afirmar que el crimen organizado transfronterizo se combate colaborando y coordinando acciones entre los países afectados; pero omite que mientras gobernó Evo nunca hubo una real intención de colaborar de parte del MAS. Todo lo contrario, mientras mas conflictos se generaran en la frontera, mejor. Todo parecía ayudar a la causa boliviana en La Haya y la victimización ante el mal vecino tenía muchos réditos políticos internos y también externos, generando apoyos ciegos de parte de Cuba, Venezuela, Nicaragua y cuanto socialista del siglo 21 pulule por ahí.

    Las autoridades chilenas, no importa el color político, después de tener que soportar una avalancha de insultos casi a diario de parte de las autoridades y políticos bolivianos mientras se ventilaba la causa marítima en La Haya, no es gratis. Durante el breve paso del gobierno de transición de Añez, las relaciones fueron muy cordiales. El problema no está del lado chileno, sino en el corazón del masismo.

    Y tratar de enlodar a la Aduana chilena en el problema del contrabando es, nuevamente, no querer ver la realidad. El contrabando comienza con los comerciantes bolivianos que van a comprar mercaderías completamente legales en Iquique. Que después, esos comerciantes, ingresen las mercaderías a Bolivia por pasos no habilitados en vez de utilizar la frontera legal, tiene mucho que ver con los aranceles demenciales que le cobran al ingreso, y por artículos que Bolivia no produce. Las leyes absurdas bolivianas favorecen el contrabando.

    Bueno sería Sr. Guzmán que antes de salir a criticar a sus vecinos, diera una mirada al desastre que tienen dentro de casa.

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    1. Señor Anónimo:

      Efectivamente no estuve en el lugar de los hechos pero a diferencia suya, sí vi toda la audiencia de formalización en que la fiscalía chilena y la defensa de los militares bolivianos explicaron en detalle y con ayuda de investigaciones periciales, los hechos ocurridos el día en que Carabineros detuvieron a los tres militares en cuestión. En esa audiencia quedó claro que en ningún momento los militares bolivianos avanzaron más allá de los 2 kilómetros desde la frontera y nadie habló de un supuesto abuso sexual, eso es lo que le hicieron creer a usted.

      Las víctimas del supuesto robo eran contrabandistas, varios de ellos chilenos, con antecendentes penales y en posesión de vehículos sin patente ni forma de comprobar su propiedad. Estaban circulando a las diez de la noche en camiones pequeños cargados de mercancías cerca de la frontera, ud sinceramente cree que estaban paseando? obviamente eran contrabandistas.

      Conozco la situación de las otras fronteras bolivianas donde también hay muchos problemas, pero ninguno de nuestros otros vecinos encarcela a nuestras autoridades cuando éstas traspasan la frontera por error. En todas las otras fronteras hay cooperación y mejores tratos.

      Finalmente no tengo por qué aceptar lo que usted señala con tanto desprecio por mi país, mejor póngase a pensar por qué Chile se lleva tan mal con todos sus vecinos.

      Saludos.

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