domingo, 10 de julio de 2016

La islamofobia detrás del Brexit

Por: Andrés Guzmán Escobari
Publicado en La Razón (edición impresa)

La tibia defensa del proceso de integración europeo por parte de quienes propugnaron el Bremain, fue uno de los determinantes del triunfo del Brexit, que fue impulsado con un discurso islamofóbico.  

Un partidario del Brexit enfrenta a un musulmán. Fuente: World Bulletin
Existen varias razones para explicar el triunfo del Brexit (British exit o salida británica de la UE), entre las que destacan el resurgimiento del “espléndido aislamiento” que caracterizó a la política exterior británica durante muchos años y que al parecer ahora se pretende retomar, y la recuperación de la independencia político-económica que, según los propulsores de esta decisión, se había perdido desde que el Reino Unido ingresó a la Unión Europea (UE). Pero la razón más importante o al menos la más llamativa, es la islamofobia que estuvo detrás de esta determinación adoptada en el referéndum del pasado 23 de junio.

En efecto, dada la enorme preocupación que generó el surgimiento de grupos terroristas como Al Qaeda o el Estado Islámico (Daesh), que se basan en una versión distorsionada del islam para cometer actos de terrorismo; la seguridad de la población y las políticas de migración, se han convertido en los asuntos de más alta prioridad para los gobiernos de los países que participaron en las invasiones y/o bombardeos de Afganistán, Iraq, Somalia, Siria y Libia, todos ellos conformados por mayorías musulmanas.

Aprovechando esa preocupación y también los efectos de los gigantescos desplazamientos humanos que han provocado dichas invasiones y bombardeos desde el medio Oriente y norte de África hacia los países colindantes y Europa; las fuerzas de la ultraderecha británica, lideradas por el partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP por sus siglas en inglés) de Nigel Farage, han difundido un discurso euroescéptico e islamofóbico, que cuestiona duramente los beneficios de permanecer en la UE: oponiéndose a la política de inmigración europea que tiende a recibir cada vez más refugiados, criticando la exigua independencia que tienen los miembros de la UE para tomar sus propias decisiones en este y otros temas de interés nacional, y relacionando injustamente a todos los musulmanes y a sus manifestaciones culturales con el terrorismo yihadista.

Pero lo más lamentable es que estas ideas, que por la coyuntura y la desinformación generan una gran aceptación popular, no fueron rechazadas del todo ni por los conservadores que actualmente gobiernan, ni tampoco por los laboristas de centro-izquierda que son de la oposición pero que dijeron estar a favor de permanecer en la UE. Según las críticas, la tibia defensa del proceso de integración europeo por parte de quienes propugnaron el Bremain (British remain o permanencia británica en la UE), fue uno de los factores determinantes en el triunfo del Brexit (BBC, 24/05/2016).

Esta política nacionalista pero populista de la extrema derecha, que apela al desconocimiento de la población para conseguir votos, y que genera un escalofriante recuerdo de lo que fue el antisemitismo nazi de los años 30 y 40 del siglo pasado, está siendo aplicada por la ultraderecha de muchos otros países desarrollados, con la misma irresponsabilidad que determinó el retiro británico de la UE.

Efectivamente, en Estados Unidos, con un discurso muy parecido, Donald Trump, candidato republicano de la derecha populista, ha logrado cautivar a la mayor parte del electorado en las primarias de su partido de cara a las elecciones presidenciales de noviembre de este año, en una campaña signada por epítetos políticamente incorrectos y por una aversión absoluta y manifiesta a los inmigrantes, principalmente musulmanes y mexicanos. De hecho, si Trump es elegido como presidente, tendrá que cumplir sus promesas electorales de deportar a todos los inmigrantes indocumentados y de construir un gran muro en su frontera con México, entre otras cosas.  

Captura de pantalla de una entrevista de CNN a Donald Trump.
De igual forma, en Francia, Marine Le Pen, presidenta del partido de extrema derecha Frente Nacional, ha conseguido un importantísimo triunfo en las últimas elecciones regionales de diciembre de 2015, en las que su partido obtuvo la mayoría de los votos, y sólo pudo ser superado en una segunda vuelta, por la alianza de otros partidos de centroderecha e izquierda. De hecho, gracias a sus propuestas de prohibir el Corán y cerrar las fronteras a los inmigrantes, Le Pen también mantiene buenas posibilidades de convertirse en presidenta de su país, posición desde la cual podría promover el retiro de Francia de la UE y de la OTAN, tal como ya lo ha planteado.

En otros países de la Unión la visión islamofobica y euroescéptica también ha ganado espacios, como en Austria, donde Norbert Hofer del partido de extrema derecha, Libertad de Austria, obtuvo la mayor parte de los votos en las elecciones realizadas en abril pasado, siendo derrotado después por la centroizquierda, en la segunda vuelta, por menos de un punto porcentual (BBC, 22/06/2016).

En la misma línea, el Partido de la Libertad (PVV) del Reino de los Países Bajos, liderado por el ultraderechista Geert Wilder, ostenta actualmente la intención de voto más alta de todas las opciones para las elecciones legislativas que se realizarán en septiembre de este año, y eso gracias, entre otras cosas, a los llamados de su líder a “limpiar el país de marroquíes” (El País, 11/06/2016).   

Ante este sombrío panorama que parece nublarse cada vez más, especialmente para los cerca de 1.500 millones de musulmanes de todo el mundo, incluidos los no más de 50 mil terroristas del Estado Islámico; es bueno recordar que son los pueblos de los países mencionados los que en última instancia decidirán el futuro de Europa y Estados Unidos, y en buena medida también del mundo. En ese sentido, son esos pueblos los que tienen la responsabilidad de tomar las decisiones correctas, para evitar nuevos conflictos y para dar continuidad al proyecto de la UE que tiene que seguir siendo, con o sin el Brexit, el proceso de integración multilateral más avanzado e importante de la historia de la humanidad.  

9 comentarios:

  1. Nos llegaron dos importantes noticias del Reino Unido que sucedieron en una semana, una referida al Brexit, o su salida de la unión Europea y otra fue la publicación del reporte “Chilcot”.

    Respecto a la primera, y desde un punto de vista latinoamericano, se puede decir que Europa como “madre” de las naciones americanas, podía ser considerada como un ejemplo de integración al crearse la Union Europea. Y se pensaba en ese sentido que las naciones americanas seguirian los pasos de Europa en el sentido de unirse y posiblemente compartir moneda, cultura y otros como comercio.

    Pero la salida del Reino Unido de la UE nos muestra que algo que parecía progreso, puede sufrir retrocesos. La explicación puede estar en la coyuntura política y una vuelta a la derecha en el RU, aunque también en muchos países europeos, que pudo ocasionar el problema migratorio y posiblemente significó una diferencia importante en los votos a favor del Brexit pues este no gano por muchos otos.

    Ahora, es interesante analizar que la migración referida puede haber sido causada por la guerra de Irak que los británicos apoyaron y que posiblemente causaron el estado anárquico que se vive en el área del norte de Iraq y los países colindantes como Siria con la creación del grupo terrorista llamado Ejército Islamico. De modo que el accionar del RU puede haber afectado a toda Europa al ser una de las causas del movimiento migratorio que parece despertar actitudes reaccionarias.

    Pero el retroceso no fue general pues se puede decir que la reflexión que significa el reporte Chilcot obedece a una postura madura de un país, pese a que la misma no fue creada para dictaminar sentencias sino para explicar cómo se llegó a un resultado catastrófico. El documento de mas de dos y medio millones de palabras muestra una preocupación de llegar a la verdad y concluye que la decisión de Blair fue “completamente inadecuada”, especialmente cuando se confirmó que no habían “armas de destrucción masiva”, el casus belli de esta guerra.

    Se concluye también que la justificación legal de la invasión estaba “ lejos de ser satisfactoria”, aunque, curiosamente, el reporte no critica la substancia de lo legal. El asunto es que lo legal recayo en Lord Peter Goldsmith, el “Abogado General” del RU en ese entonces, que interesantemente tuvo una última conversación con Christopher Greenwood, antes de considerar que habia suficientes fundamentos legales para la guerra, uno de los actuales jueces de la CIJ, justamente el que hizo una pregunta a Bolivia en la CIJ y cuya opinión giraba en torno a que iniciar la guerra puede ser legal, aunque no precisamente correcto o incorrecto.

    Entonces, llegamos a un asunto completamente relacionado con invasiones, como fue la que perpetró Chile contra Bolivia que aunque la misma fue “legalizada” con el tratado de 1904 fue incorrecta en forma aplastante en comparación a la débil justificación de supuestos incumplimiento de tratados que Chile clama, en forma cínica siendo que ellos no cumplieron/cumplen muchos tratados, por ejemplo el tratado de Paucarpata, el de Ancón, el del TIAR en eI caso de Las Malvinas, los tratados que tienen con el Pueblo Mapuche, asi como las constantes violaciones al mismo tratado de 1904. Con qué argumento moral o ético puede Chile seguir defendiendo su accionar?

    La justificación y el desarrollo de la guerra de 1879 estaba reñida con los conceptos de las “leyes de guerra” existentes en ese entonces y todo lo acontecido riñe con conceptos madurados a través del tiempo como la de “guerra preventiva” con la cual Chile empezó la invasión y muchos otros atropellos y atrocidades con que Chile ganó la guerra.

    El informe Chilcot nos puede hacer reflexionar sobre lo equivocado que puede ser invadir otro país. Ahora, no se puede esperar que Chile haga su propio Chilcot, pero los bolivianos deberíamos analizar la historia a fondo, acción que ya se ha comenzado pero que todavía falta investigar, aparte de aspectos históricos, la parte legal relacionada con la guerra asi como sus consecuencias económicas.

    Mar para Bolivia!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muy interesante tu comentario Nelson, no conocía de la participación de Greenwood en el informe Chilcot.
      El cual muestra un nivel muy avanzado en lo que es reconocer errores y revisar la historia, cosa que no existe en EEUU, que es el principal responsable de la invasión a Iraq.
      Sería muy interesante que Chile haga algo similar con su invasión de 1879, para dilucidar si realmente hubo un incumplimiento del Tratado de 1874 de parte de Bolivia, y de ser así, determinar también si ese incumplimiento ameritaba la agresión a Bolivia y consiguiente enclaustramiento.
      Saludos.

      Eliminar
    2. Muy interesante tu comentario Nelson, no conocía de la participación de Greenwood en el informe Chilcot.
      El cual muestra un nivel muy avanzado en lo que es reconocer errores y revisar la historia, cosa que no existe en EEUU, que es el principal responsable de la invasión a Iraq.
      Sería muy interesante que Chile haga algo similar con su invasión de 1879, para dilucidar si realmente hubo un incumplimiento del Tratado de 1874 de parte de Bolivia, y de ser así, determinar también si ese incumplimiento ameritaba la agresión a Bolivia y consiguiente enclaustramiento.
      Saludos.

      Eliminar
    3. Señor Andrés Guzmán.

      Para “para dilucidar si realmente hubo un incumplimiento del Tratado de 1874 de parte de Bolivia” bastaría con que Usted hubiera tomado nota de la opinión del ex Presidente y ex canciller de Bolivia, señor Mariano Baptista, contenida en el libro de su compatriota Roberto Querejazu Calvo “Guano, salitre, sangre …”, donde el ex mandatario boliviano señala textualmente “El legicida Daza y su Congreso rompieron los tratados del 66 y del 74 en el único artículo que interesaba a Chile: la no modificación de los impuestos del litoral …”; o bien le habría bastado con leer lo señalado hace pocos días por el ex Presidente y vocero de la demanda, señor Carlos Mesa, quien en una entrevista concedida con ocasión de su último libro señaló “Hubo un impuesto que evidentemente violaba el Tratado de 1874 que establecía que Bolivia no podía ponerle a las empresas extranjeras ningún impuesto nuevo durante 25 años”.

      Atentamente.

      Eliminar
    4. BBC NEWS | UK | UK Politics | Election 2005 | Was this a man under pressure? By Jon Silverman Legal affairs analyst Lord Goldsmith had to "express a clear and simple view" Just as the government relied on the advice of the attorney-general before launching an invasion of Iraq, so the attorney took soundings from some of the country's leading authorities on international law. Particular weight appears to have been given to the view of Professor Christopher Greenwood QC. He said at the time that, in his judgment, it was not legally necessary for a second UN Security Council resolution to be obtained. "Resolution 1441 required the Security Council to consider Saddam's intransigence on the weapons of mass destruction. It did not stipulate that it had to take any further action to legitimate the use of force," said Professor Greenwood.

      Eliminar
    5. Marcelo, para dilucidar jurídicamente el incumplimiento de un tratado no bastan las opiniones de dos personas, por más importantes que estas sean. Para demostrar un incumplimiento es necesario que un juez competente emita una sentencia o fallo sobre el caso. El tema específico debió haberse resuelto mediante arbitraje, tal como ambas partes lo habían acordado en 1875, pero Chile, antes de llegar a un acuerdo sobre el arbitraje, prefirió desconocer unilateralmente el Tratado de 1874 e invadir arteramente a Bolivia.
      Baptista, contempraneo de Daza, era opositor a este último y pudo haber primado el interés político antes que la verdad de los hechos en sus comentarios.
      En cuanto a Mesa, si dijo lo que le atribuyes, que yo no lo conocía, discrepo. Pues el cobro de los 10 centavos no era un impuesto, sino un gravamen pues se aplicaba a UNA SOLA EMPRESA, y no a todo el universo de contribuyentes.

      Eliminar
    6. Marcelo, para dilucidar jurídicamente el incumplimiento de un tratado no bastan las opiniones de dos personas, por más importantes que estas sean. Para demostrar un incumplimiento es necesario que un juez competente emita una sentencia o fallo sobre el caso. El tema específico debió haberse resuelto mediante arbitraje, tal como ambas partes lo habían acordado en 1875, pero Chile, antes de llegar a un acuerdo sobre el arbitraje, prefirió desconocer unilateralmente el Tratado de 1874 e invadir arteramente a Bolivia.
      Baptista, contempraneo de Daza, era opositor a este último y pudo haber primado el interés político antes que la verdad de los hechos en sus comentarios.
      En cuanto a Mesa, si dijo lo que le atribuyes, que yo no lo conocía, discrepo. Pues el cobro de los 10 centavos no era un impuesto, sino un gravamen pues se aplicaba a UNA SOLA EMPRESA, y no a todo el universo de contribuyentes.

      Eliminar
    7. Señor Andrés Guzmán.

      Su nuevo intento de controvertir el hecho cierto de la violación del Tratado de 1874 por parte de Bolivia, vuelve a resultar ineficaz debido a la reiterada característica de su planteamiento en orden a apartarse de la realidad, incluso de la que ha sido reconocida por sus propios compatriotas, puesto que:

      En primer lugar, si no hubo arbitraje en 1879 ello se debe a la conducta desplegada por Hilarion Daza ya que omite Usted:

      A) Que Daza criticó duramente a su canciller Martin Lanza por aceptar la propuesta chilena de solucionar el conflicto mediante arbitraje, obligando a Lanza a presentar su renuncia;

      B) El texto de la carta de Daza al Prefecto Zapata, que es fiel reflejo de su intención de llevar a cabo una política de hechos consumados, fundado en la percepción de que aliado a Perú en función del Tratado de 1873 era militarmente intocable. Intención que se reitera en la anécdota entre Daza y su ministro Mendez, relatada por Querejazu Calvo en su libro ya citado, episodio en el cual Daza frente a la preocupación de Mendez por el curso de los hechos, abre uno de los cajones de su escritorio, saca el texto del Tratado de 1873, se lo entrega a Mendez y le dice que deje de preocuparse, y

      C) El hecho de que Daza pulverizó la confianza mínima con su conducta, pues omite Usted recordar que previo a los hechos que desencadenaron las hostilidades, hubo una cena en honor de Daza en la propia Legación chilena, y que se analizaba la posibilidad de construir un ferrocarril entre Antofagasta y el interior de Bolivia con capitales chilenos, como lo relata Querejazu.

      En segundo lugar, Usted pasa por alto que en el campo del derecho las obligaciones de no hacer, categoría a la que pertenece la que el artículo IV del tratado de 1874 imponía a Bolivia, se entienden incumplidas (vulneradas, infringidas, violadas, ect) desde el momento mismo en que el deudor lleva a cabo la conducta restringida, sin necesidad de pronunciamiento previo de autoridad judicial. Por lo demás y sin perjuicio de lo anterior, a pesar de que no existe pronunciamiento de tribunal competente alguno, Usted reiteradamente afirma que Chile ha incumplido el Pacto de Otawa, con el agravante de que el plazo establecido por dicho tratado se encuentra vigente al haber sido prorrogado de conformidad con lo señalado en su propio articulado.

      sigue...

      Eliminar
    8. sigo:

      En tercer lugar, la violación del Tratado de Límites de 1874 por Bolivia ha sido reconocida no solo por dos ex Presidentes bolivianos (Baptista y Mesa) sino que también por otras figuras políticas bolivianas y peruanas como:

      A) Alberto Gutiérrez que señala al respecto “Queremos conceder, empero, que la ley dictada por el Congreso boliviano de 1878 era contraria al texto y al espíritu del artículo 4º del tratado chileno boliviano de 6 de agosto de 1874”;

      B) Enrique Finot, que sostiene “este impuesto contravenía indudablemente la cláusula expresa del tratado de 1874”, y

      C) José de la Riva Agüero, ex canciller peruano, autor del Tratado de Alianza de 1873 (vulnerado también por Bolivia al no requerir a Perú autorización para suscribir el de 1874) opinó “… el muy leve pero imprudente impuesto boliviano, infractorio a la verdad del espíritu del tratado de 1874 …”.

      Por último, manifiesta Usted su discrepancia con la opinión del señor Carlos Mesa señalando como fundamento para ello lo siguiente: “Pues el cobro de los 10 centavos no era un impuesto, sino un gravamen pues se aplicaba a UNA SOLA EMPRESA, y no a todo el universo de contribuyentes.”. Pues bien, si se trata de un gravamen como Usted señala, cabe entonces tener presente lo señalado en 1874 (antes de la aparición de Daza y por tanto sin intención política alguna que se le pueda imputar supuestamente) por el propio negociador boliviano del Tratado, el señor Baptista, quien en carta dirigida a Walker señaló al respecto: “Por 25 años no variarán los impuestos mínimos que ahora se cobraren en el litoral; y las industrias los capitales y las personas chilenas quedan exoneradas de todo otro gravamen en ese largo periodo”; de manera tal que atribuyéndole la categoría de gravamen que Usted le asigna, los 10 centavos de igual modo resultan infractorios, violatorios del artículo IV del Tratado de 1874 porque la empresa (industria, capital o personas chilenas) estaba exonerada de todo otro gravamen.

      Atentamente.

      Eliminar