miércoles, 10 de octubre de 2018

El fallo final de La Haya

El 1ro de octubre de 2018, la Corte Internacional de Justicia emitió su fallo final en el caso sobre la "Obligación de negociar un acceso al Océano Pacífico. Bolivia v. Chile". Al respecto tuve la oportunidad de comentar las primeras repercusiones en los siguiente programas de televisión:

En Jaque Mate de TVU, 01/10/2018



En Hora 23 de Bolivisión, 02/10/2018


En Esta Casa no es Hotel de ATB, 07/10/2018






  

8 comentarios:

  1. Falta el video de la intervención del señor Guzmán en el programa El Pentágono, junto con la señora Karen Longaric y un ex canciller boliviano, donde queda en evidencia quien entiende de derecho y quien no, quien opina en base a la realidad y quien lo hace en función de sus emociones. https://www.youtube.com/watch?v=4n-zpWv-3wo

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    1. Sr. Contardo:

      Le agradezco que permanezca tan atento y comparta el link del vídeo, no sabía que estaba en YouTube, ahora mismo lo incluiré.

      Respecto a quién entiende de derecho y quién no, hallo un dejo de altanería en su comentario que no corresponde. El derecho, al no tratarse de una ciencia exacta, no tiene una sola forma de ser interpretado. La opinión de la Dra Longaric, a quien ud admira marrulleramente, representa una línea de pensamiento que no necesariamente es la única válida. También hay opiniones muy respetables, como las de los jueces Robinsson, Salam y Doudet, quienes votaron en contra de la decisión del 1ro de octubre, que discrepan de lo que piensa Longaric y no por ello vamos que decir que se alejan de la realidad o no entienden de derecho.

      Saludos.

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    2. Señor Guzmán:

      1º Hay otros videos en youtube con las opiniones de la señora Longaric acerca de la demanda boliviana, tanto vertidas antes de fallo, como posteriores, y dentro de estos últimos destaca la entrevista que le hizo Carlos Valverde, en la cual ella hace un acertado juicio de las opiniones de Carlos Mesa en materia de derecho internacional.

      2º Forma parte del rutinario y endeble libreto autovictimista boliviano el “sentir” o “creer” que los chilenos “son” arrogantes, prepotentes, altaneros, ect, y que los bolivianos “son” pacíficos, humildes, inocentes, sencillos, ect. Es admirable que la señora Longaric haya tenido desde el inicio el coraje de contrariar públicamente las “opiniones oficiales” sobre la fracasada demanda boliviana; pues era mucho más fácil sumarse a la ola que la alababa sin reflexión alguna, en CNN Arce Zaconeta dijo que era una demanda victoriosa, sería bueno que le pregunten dónde está la victoria. Sí, el Derecho no es una ciencia exacta. Sin embargo, cuando el propio Estatuto de la Corte establece en su artículo 38 nº2 el requisito para que la Corte aplicar la equidad, el pretender que lo haga fuera de dicha situación excepcional constituye un error de derecho inexcusable; y lo mismo acontece con la equivocada lectura del señor Fernández sobre el fallo de 2015. El intento inútil del canciller Fernández de controvertir a la señora Longaric respecto del correcto sentido y alcance del fallo de 2015 es patético, basta leer el fallo para darse cuenta que para la Corte la controversia entre Chile y Bolivia era exclusivamente determinar si existía o no existía una obligación pendiente de negociar; y no la falaz interpretación del ex canciller Fernández quien arbitrariamente opina que la Corte estima que el asunto ante ella es una controversia territorial pendiente, obviando no solo el texto del fallo sino que la propia identificación que la Corte le dio al caso en inglés, el idioma oficial del juicio, “Obligation to negociate Access to the Pacific Ocean “.


      Atentamente.

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    3. Don Andres, la soberbia no es buena. La doctora Longaric no merece una opinion sesgada de parte nuestra, fue la unica mente que vio y tuvo la valentia de decir que esta demanda era muy dificil de ganar. No estaban el litigio los limites o recursos si no que apostaron a un concepto legal tan audaz como poco sustentado juridicamente, que los resultados fueron los que usted y yo sabemos claramente. Del hecho que hubo jueces que pensaron distinto es por que como usted bien dice, el derecho no es una ciencia exacta y que se presta a interpretaciones.... pero las matematicas y fisica si son ciencias exactas y que muchas veces hay interpretaciones en teoremas pero la estructura basica de ellas siempre sera la misma... 2 + 2 siempre suelen ser 4.... o lo que es lo mismo... judicializar la diplomacia, tratando de otorgar titulo juridico a actos diplomaticos es atentar con la misma base de la diplomacia.... y lo peor.. que todos ustedes lo creyeron genuinamente

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  2. Una de las conclusiones del fallo de La Haya puede ser que el equipo boliviano pensó que la cantidad de acercamientos (o negociaciones interrumpidas en diferentes grados) podría pesar y suplir lo que supuestamente faltaba de jurídico. Pero los jueces, parece, trataron de simplificar su trabajo y analizaron las partes y no tanto así el todo, descartando una a una todas las conversaciones, y las aislaron, de modo que por sí solas, según ellos, no alcanzaron los requisitos para ser consideradas. Mencionan que ninguno de ellas tenía la equivalencia de tratado, curioso detalle pues aunque la hubiera tenido, hubiera sido descartado por lo mismo y Bolivia no la habría presentado. Tratados en si, son asuntos entre dos estados en los cuales no podría intervenir la CIJ, ya lo aprendimos y fue ya comprobado en el intento boliviano de 1920.
    Lo que no leo en los análisis que salen en la prensa, hasta ahora, es un análisis jurídico-técnico (no político) de nuestro equipo o de algún jurista, que explique las 8 propuestas y el porqué de la imposibilidad de que ninguna de ellas se aplique a ninguna de las negociaciones ocurridas. No pudieron encontrar ni Bolivia supo demostrar claramente que hubo una negociación que comprometió a Chile. Bolivia apostó por un entendimiento de la larga historia de conversaciones, lo cual parece que no tuvo significancia mayor ante conceptos que analizados fríamente y sin el contexto mayor de cerca a 100 años, acabaron por resultar en la eliminación de cada postulado boliviano. Se pidió a los jueces que encuentren algo que nosotros mismos no podíamos indicar donde estaba, caimos con nuestra propia postulación.

    Otra pregunta que quedará flotante es, hubo propósito de equidad? O justicia? Difícil de deducir del fallo, pero posiblemente prefirieron la “claridad” jurídica y no el peso de la historia que puede ser inasible (habrá calado en algo la injusticia del enclaustramiento?). Más parece que escucharon a los abogados contratados por Chile como Harold Koh que pese a su prontuario de defensor de la invasión de Grenada y de apoyo y justificación del uso de drones con motivos bélicos y Daniel Bethlehem quien fue defensor del muro en territorios palestinos o que hizo la vista gorda ante torturas en la guerra de Irak y al canciller chileno Ampuero que descaradamente indicaba que si Bolivia obtenia lo que buscaba se podría producir una crisis social, olvidándose que es lo que Chile hizo cuando invadió territorios ajenos.

    Digamos que ganó el análisis estrictamente técnico jurídico sin dar lugar a un entendimiento global. La holística no fue considerada para nada. Los jueces citaron los casos que Bolivia indicaba eran compromisos uno a uno, pero en el fallo solo se ve el ennumeramiento de estos casos, pero no de un entendimiento de la historia ni comentario de que existía un denominador común en todos los casos. Los casos fueron desglosados uno a uno y no parece que le dieron importancia al conjunto. Una apuesta, que ahora nos podemos dar cuenta no tendría mayor peso, era que la CIJ consideraría la cantidad de ofertas que hizo Chile. Al final, parece que estuvimos equivocados al haber arriesgado y usar “artificios”(estoppel y todo los otros) los cuales no son muy claramente aplicables frente a la complejidad de la situación Bolivia-Chile.
    Personalmente, pensé que se ganaba algo con solo explorar los hechos históricos, ponerlos en orden y darlos a conocer, aparte de realizar la demanda, es algo que de tenía que hacer. Todos necesitábamos esa practica historica y posiblemente, el común de las personas, sabe mucho mas sobre la problemática marítima que hace cinco años, incluso la CIJ registro en el fallo que Bolivia nació con 400 kilometros de costa y ahora, el que cree en el fallo debe creer también este hecho (un extremadamente pequeño consuelo que puede no ser útil, o tal vez si?).

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  3. Pero el costo ante la CIJ resultó extremadamente alto, y ahora, en retrospectiva, aunque futil, parece que no debería haberse dado este riesgoso paso que resultó en una catástrofe pues el resultado de la demanda nos limitara y ese límite nos cambiara las relaciones con respecto al tema marítimo.

    Al mismo tiempo, pienso que era hora de actuar, solo que no se pudo medir en buena forma los alcances o consecuencias de esta demanda.

    “Obligación de Negociación”, es otro término que fue utilizado y es otra figura jurídica cuyo alcance no se sopesó correspondientemente y es algo que el boliviano común no lo entendió y peor el chileno, al parecer, y es lo primero que se me vino a la mente, la primera vez que escuche el tema de la demanda, existen antecedentes? Y peor, antecedentes similares? Tal vez, como el caso de las pruebas nucleares francesas, o de Groenlandia-Dinamarca, pero que no son precisamente antecedentes parecidos, dada la complejidad del caso boliviano-chileno. Ahora se puede “Obligar” a negociar? Está entre las normativas de la CIJ que no se puede obligar a otro país a hacer algo a no ser que se haya comprometido para ello, caso que los jueces no pudieron comprobar.

    Que se pudo haber hecho con todas estas negociaciones? No sirven de nada? Qué hubiera pasado si la demanda era diferente? Tal vez tomar Charana y haber pedido que se continúe desde el momento antes de la ruptura debido a la propuesta peruana. Se puede continuar algo así? En ese entonces hubo un compromiso chileno. Pero esto significa que se hubiera tenido que hacer intervenir al Perú, tal vez aliarse con ellos para compartir Arica en forma tripartita. Todavía se puede hacer? Compensación territorial tal vez?

    Es de esperar que se trate de aprender de esta dura experiencia, y ya se ven reacciones como el usar otros puertos y no tanto los chilenos. Pero creo que esta posición está completamente errada. Bolivia tiene, por el tratado de 1904 derechos en los puertos chilenos así como libre tránsito. Y entendiendo bien el tratado se puede comprobar que Bolivia puede utilizar no solo los puertos donde actualmente se tramita la carga hacia y desde Bolivia, sino otros más, lo que puede significar que hasta se podría construir otro puerto o habilitar otros existentes para alivianar las cantidades que cada año crecen; estos nuevos u otros puertos, por el tratado, podrían beneficiar a Bolivia, de modo que eso es algo que en el futuro se puede hacer. Asimismo, el libre tránsito se mantiene ahi, y debería ser aprovechado en todo lo largo y ancho, secundado por el tratado (unos 700 kilómetros de norte a sur).

    Personalmente, de principio, no estaba convencido del éxito de la demanda marítima, no veia precedentes, y los dos citados constantemente (Groenlandia, pruebas nucleares) podían tener un contexto muy diferente. Sin embargo el hecho de intentar aclarar la situación histórica me parecía una labor necesaria y en un momento dado parecía hasta parte del justificativo para ensamblar la demanda. Y aunque no haya dado resultado existe ahora un conocimiento general del problema, anteriormente desconocido especialmente en Chile, y peor todavía, tergiversado.
    El otro error fue considerar que había certeza de éxito. En ese sentido, no se debería haber asegurado que se iba a conseguir el objetivo, sino mantenerlo en La Haya en forma sobria, solo como una alternativa y expresar en forma pública que se sigue estudiando otras (un plan B o C) lo cual debe ser la posición actual. Una idea que tenía era que este es un tema extremadamente complejo y la forma de resolverlo tenía que responder a esa complejidad lo cual se debería planificar dandose en principio unos 50 años.



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    1. Andrés Guzmán hace hoy en Página Siete, un análisis futurista parecido, con un nuevo enfoque dice él, transitorio, sin cesión de soberanía (por ahora), pero con un puerto administrado por Bolivia......para mañana seguir con la inútil joda.
      En Bolivia, en realidad, pareciera muchas veces que no hay un buen raciocinio, no hay visión ni objetividad, sólo emociones: después del fallo adverso arrancaron las ideas infantiles de utilizar otros puertos, Ilo,Puerto Busch y otros al interior de Bolivia hacia el Atlántico....abandonar los puertos chilenos y demostrar así el desprecio, el odio y el rencor que los consume por un hecho histórico de hace ya casi 140 años,.... algo inaudito en naciones de pensamiento civilizado.
      1°.- Se están lanzando muy rápido a la piscina sin fondo. Están hablando por la herida sangrante y todavía no comprenden el fondo ni la realidad de lo sucedido ni de las cosas como son;
      2°.-Si Andrés Guzmán pretende tener un MÍNIMO de credibilidad no debiera tergiversar o engañar a los bolivianos: El artículo VIII del Tratado de 1904 que mal interpreta hoy en Página Siete, NO HABLA DE NINGUNA IGUALDAD DE FAVORES respecto de cesión de derechos portuarios, sino del movimiento de la carga importada o exportada, en igualdad de condiciones de trato e impuestos, vale decir, previendo que no se produjeran abusos o discriminación en el trato de la carga y su movilización de entrada o salida, NADA MÁS, pero Guzmán, para variar, no entiende lo que lee, y así pierde toda credibilidad ante los bolivianos principalmente, porque a los chilenos ya lo conocemos, y nos tiene sin cuidado realmente lo que exprese. Sabemos, y tenemos claro, que el territorio chileno, nuestra soberanía, en el aire,mar o tierra, SE PROTEGE SIEMPRE, y por tanto, los puertos chilenos no están disponibles, ni podrían estarlo, para que otra nación, sin derecho alguno, pretenda utilizarlos como propios. Tampoco habrá ninguna "primera solución" o de "tránsito" hacia otra definitiva de cesión de soberanía, tenemos muy claro con quién estamos tratando este asunto: con un país irreverente que provocó una guerra y que hasta el día de hoy se victimiza y miente sobre el origen del conflicto, y tergiversa la historia cada vez que se le antoja. Nadie puede confiar en gente así, que no deja el pasado y el odio atrás, menos aún cuándo antes de 1879 ya había incumplido dos tratados, 1866 y 1874, más el "amistoso" tratado de 1873 con Perú, que ya nos enseñaba la ninguna confianza que debiéramos tenerles; eso sin considerar los aprestos bélicos en 1975 y 1978 para atacarnos por la espalda. Por todo eso, no sueñen despiertos, menos aún cuándo acaban de tener una catástrofe tan grande y dónde no puede haber amistad alguna de por medio.
      El territorio de Chile no se vende ni se transa, jamás.


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  4. En el video N° 3, el señor Robert Brockmann es el único hombre valioso, criterioso, inteligente; el resto representa la majadería inconducente, el fracaso, y la debilidad cerebral, porque en ningún caso, en ningún momento de la historia futura Chile estará dispuesto a ceder graciosamente su soberanía antel llorón que no sabe aceptar la derrota militar de 1879 que él mismo provocó.

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