La delimitación de la línea que divide las aguas entre Perú y Chile, la pertenencia del triangulo que se proyecta en el mar y el punto donde comienza la frontera terrestre entre los dos países, han generado serias discrepancias entre los gobiernos de Lima y Santiago en el pasado reciente; tanto así que el litigio fue llevado a la Corte Internacional de Justicia de la Haya para que esa instancia resuelva el asunto, en el cual, también concurren los intereses de Bolivia por recuperar su condición de país marítimo, pues los territorios en disputa son precisamente los que más factiblemente podrían darle una salida al mar.
Áreas en disputa |
Extensión de las áreas en disputa |
Además de eso, existe un triangulo externo en el mar de 27 mil km2 aproximadamente, que se encuentra a menos de 200 millas marinas del territorio peruano y a más de esa misma distancia del territorio chileno. Por lo cual, Perú solicitó a la Corte que se reconozca su dominio sobre esa zona marítima que Chile considera su mar presencial, algo así como las aguas de alta mar más próximas al espacio marítimo que le corresponde o más allá de las 200 millas marinas que la Convención del Mar de 1982 reconoce como zona económica exclusiva.
Asimismo, existe una discrepancia en cuanto al punto donde comienza el límite terrestre entre Chile y Perú, debido a las interpretaciones que se les puede dar a los textos del Tratado de Lima de 1929 y al Acta de la comisión mixta que fue encargada de la respectiva delimitación en 1930, lo que ha hecho que exista un triangulo de arena en disputa de 3,6 Km2.
VERSIÓN PERUANA |
VERSIÓN CHILENA |
Por lo explicado, Perú decidió presentar una demanda contra Chile ante la Corte Internacional de Justicia de la Haya para determinar “el curso del límite marítimo entre los dos Estados” y resolver asimismo, las discrepancias acerca del punto de anclaje. El proceso comprende dos partes, una escrita y otra oral. La primera se abrió el 19 el marzo de 2009, cuando Perú presentó la memoria documental de sus argumentos; el 9 de marzo de 2010, Chile presentó su contramemoria. Ahora resta la réplica peruana y la dúplica chilena para las cuales cada país tiene ocho meses; luego vendrá la fase oral, que generalmente es más corta; y finalmente, este alto Tribunal, emitirá un fallo inapelable.
Empero es importante considerar que la resolución de este asunto no sólo servirá para definir los límites fronterizos entre Perú y Chile, sino que establecerá la nueva estructura de las relaciones político-diplomáticas entre los países que concurren a las costas del Pacífico sur, que históricamente estuvieron definidas por un equilibrio de poder, en el que por un lado están, Bolivia y Perú, y por el otro, Chile. Además, hay que tener en cuenta que están en juego los más profundos sentimientos nacionalistas de estos países; pues para Chile significa dar un paso más en sus intenciones hegemónicas sobre la zona, para Perú se trata de territorios que otrora fueron suyos y que aún añora, y para Bolivia, representa el espacio físico que podría servir para levantar el costosísimo enclaustramiento geográfico al que fue sometida hace 131 años.
NOTA: Los comentarios vertidos son opinión del autor y no reflejan la postura del Gobierno de Bolivia.
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