Es preciso encontrar una definición de "acceso soberano al mar" que nos ayude a ganar el juicio y que luego nos permita negociar sin limitaciones.
Por: Andrés Guzmán Escobari
Al finalizar la fase preliminar del juicio sobre la obligación de negociar un acceso al Océano Pacífico entre Bolivia y Chile, el juez Hisashi Owada preguntó a las partes qué entienden por "acceso soberano al mar”, ya que ambos contendientes habían utilizado esa expresión durante el proceso y no es un término reconocido por el derecho internacional consuetudinario.
No obstante, el término no llegó a ser precisado en aquella ocasión porque Bolivia respondió que no correspondía definirlo en la fase preliminar, referida exclusivamente a la competencia de la Corte Internacional de Justicia en este caso; y porque Chile respondió que el significado de dicho término, tal como había sido utilizado en su objeción preliminar de competencia, "es el mismo que Bolivia usó en su Aplicación y Memoria”.
Ante lo cual, la Corte, después de evaluar éstos y otros argumentos, decidió rechazar la objeción preliminar chilena y se declaró competente por 14 votos a favor de 16 posibles, dándole la razón a Bolivia y dejando pendiente la definición de "acceso soberano al mar”.
Por tanto, lo que vaya a decir Bolivia al respecto en la fase de fondo será crucial para el desenlace de este juicio, no sólo porque la representación nacional no definió el término hasta ahora, sino sobre todo porque Chile ya adelantó que tiene la misma postura que nuestro país en este punto.
Aun así, para Bolivia, más importante que precisar el término de referencia, es desbaratar el malicioso argumento chileno de que no es posible recuperar un acceso soberano al mar sin modificar el Tratado de 1904, porque sí es posible. Mientras no se altere la línea fronteriza que define ese instrumento en su artículo 2, ni se altere tampoco ninguna de sus otras cláusulas, no hay necesidad de modificarlo.
En otras palabras, la cesión de soberanía territorial en un enclave, puerto, isla o cualquier otro espacio costero que no afecte al límite fronterizo actual, podría servir para resolver este asunto en los términos que plantea la demanda boliviana.
En este punto, es muy importante aclarar que si bien nuestra demanda no busca revisar el Tratado de 1904, si Chile llegara a consentir que se modifique para darle a nuestro país un acceso soberano al mar con continuidad territorial, como tantas veces lo ha ofrecido en el pasado, naturalmente que Bolivia no opondría ninguna objeción.
Pero volviendo a lo que entendemos por "acceso soberano al mar”, es preciso considerar que la mayor parte de las veces que las autoridades bolivianas usaron esa expresión, lo hicieron demandando que ese acceso no sólo sea "soberano”, sino también "libre y útil”, tal como se puede evidenciar en los discursos y declaraciones de los representantes del Gobierno de Bolivia que de alguna forma quedaron registrados.
En efecto, después de repetir muchísimas veces ante Chile y ante el mundo que el objetivo de la política de reintegración marítima boliviana es recuperar un acceso libre, útil y soberano al Océano Pacífico; queda absolutamente claro que Bolivia no busca una soberanía pura y simple, sino que ésta debe estar acompañada de los atributos de libertad y sobre todo de utilidad, en el sentido de que debe servir verdaderamente a los intereses presentes y futuros del país.
Con esto, sin embargo, volvemos al tema de la continuidad territorial, pues no sería del todo útil ni mucho menos libre, un acceso soberano al mar que igualmente requiera transitar por el territorio de otro país.
No obstante, todos esos detalles deberán ser considerados y consensuados, si es que el fallo de la Corte resulta favorable a Bolivia, en una negociación de buena fe, incluso con Perú, si es que su participación se hiciera necesaria en conformidad al Protocolo chileno-peruano de 1929.
Por otra parte, en cuanto a los actos unilaterales y compromisos bilaterales mediante los cuales Chile se obligó a negociar un acuerdo que le devuelva a nuestro país un acceso plenamente soberano al mar, tenemos, por ejemplo, que en las negociaciones de 1950, ambos países emplearon el término "salida propia y soberana al Océano Pacífico”, el cual fue reiterado unilateralmente por el gobierno de La Moneda en 1961.
Asimismo, en 1975, las dos partes se refirieron a "la cesión de una costa marítima soberana”, en el caso boliviano que "deberá prolongarse con una faja territorial soberana desde dicha costa hasta la frontera boliviano-chilena, incluyendo al ferrocarril Arica-La Paz” y, en el caso chileno, "unida al territorio boliviano por una faja territorial, igualmente soberana”.
En esa misma ocasión Chile aclaró: "Producido el acuerdo final se dejará testimonio solemne de que la cesión territorial que permite la salida soberana al mar, representa la solución plena y definitiva a la situación de mediterraneidad de Bolivia”. Lo que en los hechos representa un reconocimiento formal de parte del Estado chileno de que la cesión de soberanía territorial a Bolivia es la forma de resolver este entuerto definitivamente.
Por último, también cabe recordar las resoluciones de la OEA aprobadas con el voto favorable de Chile en 1980, 1981 y 1983, en las cuales se declaró "de interés hemisférico permanente encontrar una solución equitativa por la cual Bolivia obtenga acceso soberano y útil al Océano Pacífico”.
Considerando todo esto, y considerando también que el concepto de soberanía ha evolucionado mucho desde que perdimos ese atributo sobre las costas del Pacífico hace ya 138 años, es preciso encontrar una definición que nos ayude a ganar el juicio y que luego nos permita negociar sin limitaciones, de manera que podamos plantear soluciones creativas y realistas, que consideren los intereses de todas las partes involucradas, y que sobre todo trascienda en una solución verdaderamente definitiva.
Nuestra representación tiene por tanto la enorme responsabilidad de definir qué entendemos todos, incluso los chilenos, por "acceso soberano al mar” y, en ese sentido, cabe señalar que de acuerdo a nuestros intereses nacionales, es preciso flexibilizar viejas posturas respecto a la soberanía plena y absoluta.
Como bien dice el Dr. Fernando Salazar Paredes en su libro Desatando Nudos (2006), "Si Bolivia pudiera poner a un lado, aunque sea momentáneamente, el tradicional concepto de soberanía, la solución podría estar más cerca de lo imaginable”.
Parece que nuevamente se debe dar una aclaración de tendencia del imaginario boliviano para dar una definición de "acceso soberano" sobre una supuesta solución que de por sí ya establece la necesidad de "modificar" la soberanía de Chile y que "majaderamente" en Bolivia aun pretenden aludir que "no es necesaria".
ResponderEliminarLo que hemos visto en este caso de la CIJ, es que Bolivia "aludió" las formas de negociación para el proceso, y presento la demanda para "generar" una negociación. Por otro lado también para "eludir" el tratado de 1904 que si bien la CIJ no lo va a tocar cualquier negociación entre las partes para el mal de Bolivia si tendrá que ponerse en mesa.
Resulta OFENSIVO decir que el territorio de un país no se altera si no se cambia la "línea" de frontera, cuando la soberanía de un país es TODO LO QUE ESTÁ DENTRO de dicha línea.
Respecto a los "actos unilaterales" que Bolivia ha manipulado majaderamente, hay un aspecto que no toman en cuenta el Sr. Guzmán. Cada oportunidad en que se ha tramitado el asunto, nunca han llegado a un "término", y en tal caso siempre acabó siendo reemplazado por otro, por ejemplo el de 1950 o 1975, sin embargo, ¿es cosa pendiente? NO. pues para llegar a un ofrecimiento como el de Charaña, es porque el de 1950 no llegó a nada, y no se tomó como algo "pendiente". En cambio en 1975 Bolivia al costar relaciones con Chile en 1978 corta también la continuidad de lo de Charaña, dejando sin efecto una "obligación".
Cada caso no puede considerarse como algo pendiente si al momento de haber otro posterior no se toma como "continuidad" del anterior. Cada caso es INDEPENDIENTE en efecto y contexto.
Por otro lado las preguntas de Owada (para ambos) y Greenwood (para Bolivia) dejan en claro dos cosas:
1) Que en el caso de Owada la definición de "acceso soberano" por más que obvia no hará alterar la soberanía de Chile y todo lo que ello implica DENTRO de la línea de frontera, y no "la línea" como majaderamente menciona Guzmán.
2) Que en el caso de Greenwood el no poder estipular una fecha exacta de "compromiso" en todos los antecedentes mencionados es por el simple hecho de que en ninguno de ellos se pudo "concluir" tal cosa, pues por aquellos fueron anulados o desechados o no acabados, sobretodo el de Charaña que fue Bolivia quien no decidió continuarlo al cortar relaciones en el 78.
Como en ningún caso hay una evidencia de que halla quedado "pendiente" un acuerdo Bolivia no pudo fijar su "momento mágico", y por esa problemática evadieron la respuesta y alegaron como sumatoria de ofrecimientos que, como ya se dijo, ninguno concluyó con un compromiso más allá de la idea.
Mucho discurso para no querer decir que "canje" es la única solución que Bolivia quiere y, para mal de Bolivia, Chile NO TIENE la obligación de concedérselo en caso de negociar, pues el tratado de 1904 -y es ahí donde cae la aspiración boliviana- no se va a modificar.
En síntesis el caso de Bolivia fue "eludir" el tratado para el juicio y solo lograr desplazarlo como opción en una hipotética negociación cuyo resultado no obliga a Chile a darles nada.
No te esfuerzas en negar este punto pues lo que pretendes es evitar el daño de decirle a tu gente que con negociación o sin negociación Bolivia no obtendrá lo que desea.
Chile no va a alterar su soberanía por ustedes, y se agradece que la CIJ tampoco puede.
Sr. Anónimo:
EliminarAl parecer ud tiene una confusión con lo que es modificar el Tratado de 1904 y modificar la soberanía de Chile. Si en una negociación se acordara devolverle a Bolivia una salida soberana al mar efectivamente se tendría que modificar la soberanía de Chile, pero no necesariamente se tendría que modificar el Tratado de 1904 por las razones citadas en el artículo.
Ud señala que los tratados de límites no sólo definen fronteras sino también todo el espacio territorial que queda dentro de esos límites. Pero si seguimos esa extraña lógica, hacia qué lado se aplica? donde comienza y donde termina? si por ejemplo Bolivia decidiera cederle una parte de Oruro a la Argentina estaríamos modificando el Tratado de 1904? no queda muy claro. Además, los territorios que Chile le ofreció a Bolivia en realidad fueron parte del Tratado chileno-peruano de 1929, entonces, siguiendo su lógica, la cesión de una salida soberana al mar para Bolivia por el norte de Arica importaría no sólo la modificación del Tratado de 1904 sino también la del Tratado de 1929? Estará de acuerdo el Perú no solo con la cesión de referencia sino con modificar el Tratado? me gustaría saber qué tiene que decir al respecto.
Por otra parte ud señala que los actos unilaterales se dieron en distintos momentos y luego fueron sustituidos por otros porque nunca llegaron "a un término". Pero eso es obvio, si hubiesen llegado "a un término" el problema ya estaría resuelto y no habría quedado pendiente.
En realidad nuevamente ud está confundiendo lo que son los actos unilaterales (1921, 1923, 1926 o 1961) con los compromisos bilaterales (1895, 1920, 1950, 1975, etc.), que si bien no son lo mismo, juntos definen una línea de conducta en la que cada cierto tiempo Chile promete, ofrece o se compromete a resolver este tema. De ahí emana la obligación chilena, no de uno de esos compromisos sino de todos, por eso no existe un momento mágico, y si bien es cierto que hubo procesos de negociación que no llegaron a buen puerto, cada uno de esos procesos fracasó por distintos motivos y no todos son atribuibles a Bolivia.
En la negociación de Charaña por ejemplo, ud responsabiliza a Bolivia de su fracaso por haber roto los lazos diplomáticos con Chile, pero es importante saber, y eso se verá en la Corte, por qué Bolivia decidió romper relaciones con Chile, y la respuesta es porque Chile rechazó de plano la propuesta que había hecho el Perú y no hizo nada más por retomar las tratativas que a esas alturas se encontraban paralizadas. Es decir que Chile rechazó la propuesta peruana y se cruzó de brazos, eso es negociar de mala fe porque Chile ofrece un corredor al norte de Arica a Bolivia pero no consigue el acuerdo previo del Perú que es necesario según los acuerdos suscritos entre Lima y Santiago.
En definitiva, su comentario revela la confusión que tienen en Chile sobre lo que está en disputa y lo que se puede lograr con esto, ojalá que al menos ud entienda que aquí no se trata de imponer nada ni de "eludir" la modificación del Tratado, Bolivia propone una negociación en base a los ofrecimientos chilenos y creo que Chile podría obtener beneficios importantes de un acuerdo que finalmente resuelva este tema.
Sr. Guzmán.
EliminarPor su respuesta, me queda claro que confesó el problema sobre la soberanía de Chile y las implicancias sobre lo que el término aplica para el interior de la frontera.
Ud. dice de forma muy inocente "¿hacia qué lado se aplica? donde comienza y donde termina?"
Los límites de un país y frontera definen el comienzo y término de la soberanía de cualquier país, no sé a que va su ejemplo con Argentina cuando el t1904 es sólo entre Chile y Bolivia.
En el caso de la combinación entre el ofrecimiento de un corredor sobre Arica y el tratado del 29 como ud. señala, existe una gran diferencia acorde a su artículo, y que su respuesta no es más que una mezcolanza de ideas para desviar el asunto.
Sobre Charaña, su respuesta es más el pretexto para no asumir el efecto que hay entre la continuación de un proceso a decidir "cortarlo".
Cuando Perú hizo su contrapropuesta -y con esta explicación se evidencia su falta de pensamiento estratégico- ofreció una alternativa que obligaba a Chile a permitir una proyección peruana sobre Arica, cosa que era para ese tenso momento IMPOSIBLE ante la seria amenaza de invasión por parte de Perú. La idea de Charaña era convertir a Bolivia en una suerte de Estado Colchón, no de hacer que Perú se proyectara hacia Chile. Esto jamás lo menciona.
Por otro lado, el corte de relaciones de Bolivia hecho en el 78, y que Chile demostrará en la CIJ, no fue porque no hubiera habido posibilidad de continuar la negociación, sino porque cuando surgió el problema del Beagle con Argentina, la Junta argentina estableció acuerdos con Bolivia desde 1877 para concederles reconocimiento de "derechos" en el Beagle a cambio de que Argentina le reconociera a Bolivia el "derecho" de recurrir por vía armada a "recuperar" el acceso soberano al momento de establecer conflicto entre Arg. y Chile. Esto está documentado en las memorias de Balza, Videla, Agosti y Masera (PRECURSOR DEL OPERATIVO SOBERANÍA).
¿En serio cree que esto lo van a poder ocultar ante la CIJ?
Bolivia cortó relaciones con Chile al presentársele una mejor opción de obtener un acceso a costa de un conflicto entre Chile y Argentina, así de simple. Le invito a revisar por último las conferencias del 77 de los archivos de la Junta Civico Militar argentina (Folio 334-12-1877).
Su comentario revela el "acomodamiento" de los hechos, sobretodo en los que "casi" se contreta algo como en Charaña. Usted carece de pensamiento estratégico.
Sr. Anóninmo:
EliminarClaramente ud no entendió mi pregunta, quería que me diga qué pasaría si Bolivia decidiera ceder un territorio a la Argentina o a cualquier otro país, porque en Oruro confluyen varios tratados según su lógica.
Le recuerdo que Bolivia suscribió tratados con todos sus vecinos, hasta donde valen estos? donde comienza y donde termina lo que usted considera que comprende un tratado? Una posible cesión de territorios de Chile a Bolivia en las provincias de Tarapacá o Arica - Parinacota, donde Chile ofreció varias veces una solución con soberanía, no sólo estarían regidos por el Tratado de 1904 según su lógica, sino también por los Tratados de 1883 y 1929 suscritos entre Chile y Perú, si esa cesión importa la modificación de todos esos tratados, entonces, según su lógica, naturalmente que Perú tendría que estar de acuerdo no sólo con la cesión en sí misma (Protocolo 1929), sino con la modificación de esos Tratados.
Por lo que ud señala me queda aun más claro que los tratados de límites definen solo la frontera y no definen la suerte del territorio que queda dentro, eso solo puede ocurrir en su imaginación.
Respecto a lo que pasó en Charaña es cierto que hubo entendimientos entre Bolivia y Argentina, pero eso no influyó en el resultado de la negociación, Bolivia quería resolver el tema marítimo. La razón principal del fracaso de esa negociación fue la negativa chilena a conseguir el asentimiento del Perú, o al menos a considerar la propuesta peruana.
Que no les gustó la propuesta peruana, eso es obvio, por eso la rechazaron, pero el punto no es qué ofreció Perú, sino cómo actuó Chile en la negociación, porque lo que está en cuestión es precisamente la buena fe con la que Chile negoció con Bolivia, y si se demuestra que el ofrecimiento de Pinochet no fue sincero y no lo hizo con la verdadera intención de devolverle a Bolivia su salida al mar, sino con otros intereses, tal como lo reconocen algunos historiadores chilenos, entonces quedará claro que Chile incumplió su obligación de negociar de buena fe.
Repito, lea el folio 334-12-1977 de la JCMA, y verá que su país no hizo meros "entendimientos" con Argentina, sino que se COMPROMETIÓ con esta a reconocerle sus exigencias en el Beagle a cambio de que se le reconocieran sus exigencias por un territorio chilenos para tener acceso al mar, y que por tales Bolivia prefirió cortar relaciones con Chile.
EliminarNo es raro que lo hiciera, porque teniendo convenio listo para un escenario bélico combinado entre argentina y Bolivia contra Chile zanjaba ya su aplicación el mismo año en que se daría inicio al operativo "soberanía".
Sí influyó en el resultado de la negociación, o más bien en la "continuación" de esa negociación, porque se les presentó otra más rápida y "aceptada" por otro país como Argentina.
Nuevamente, esta usted invitado a ver el folio y a APRENDER cómo su país suscribió las actas por las cuales deseó adquirir por vía armada combinada territorios chilenos.
Por lo demás, su ejemplo sobre Oruro no tiene ni siquiera una forma de planteamiento para el caso del tratado de 1904.
El de Ancón de 1883 no tiene ningún problema, porque se establece de propiedad de Chile Tarapacá.
El de 1929 tampoco, porque solo compromete a Tacna y Arica, y solo requiere deseo y aceptación recíproca entre Perú y Chile, como pasó en Charaña, y como ya se lo expliqué nuevamente, su país decidió abandonar porque Argentina le ofreció algo mejor. No se extrañe entonces el porqué Bolivia ni siquiera se esforzó por proponer alternativas luego de la contra-propuesta peruana que rechazó Chile.
Sobre el tratado de 1904 ni siquiera se puede poner en su "lógica" sobre Oruro, porque no posee ni siquiera a terceros con excepción de Perú, y cuya "fórmula" las tres partes conocen. Ese no es el problema ni el asunto, sino que ahora nadie puede obligar a Chile a modificar el tratado, sus límites ni mucho menos su soberanía.
Usted no puede tampoco reconocer que el tratado no solo fija límites, sino tambien los derechos territoriales y soberanos de un país "desde la línea y todo lo que esté dentro de ella". Y eso solo en el sentido real de lo que fijan los límites. No trate de dar mezcolanza de términos cuando sabe que es usted quien debe aclarar lo que su propia confusión no logra dilucidar.
Saludos, y no olvide el folio que nunca le enseñaron en la academia.
Sr. Anónimo:
EliminarDebo reconocer que no conozco, ni nunca escuché sobre el "folio" que ud menciona. Por lo cual, mucho le agradeceré si me puede enviar el link del mismo, o puede darme alguna otra referencia que me permita encontrarlo como la fecha, el lugar o las personas que lo firmaron...
Por otra parte celebro que haya mencionado al Tratado de Ancón y que haya recordado que ese instrumento establece "la propiedad de Chile" en Tarapacá, pues eso me permite reiterarle la pregunta que ud ha evitado contestar hasta ahora. En el caso hipotético de que Chile decidiese cederle a Bolivia un enclave sobre la costa en la región de Tarapacá, ¿sería necesario modificar el Tratado de Ancón y el de 1904? ¿o sólo el de 1904?
Quedo atento a su respuesta.
Sr. Guzman:
EliminarEs bueno que tenga ahora consideración sobre lo que le mencioné respecto a los acuerdos con Argentina. Referente a la fuente, el "original" está en la Biblioteca Nacional Argentina (Fondo Archivos), sin embargo, deduzco que si su país al haberlo firmado "debe" poseer también el propio, pero solo me puedo limitar a darle el argentino. No es link, es del Archivo Nacional argentino, eso está en Microfilm.
Respecto al los tratados de Ancón (1883) o el de 1929, que son ejemplos "reales" y no "vagos del imaginario" como el que usted dio de Oruro, debe saberse que estipula cada uno.
En el caso del de Ancón que establece pasar a propiedad de Chile Tarapacá, este solo lo comprende para el territorio comprendido entre la quebrada de Camarones y el Loa, si Chile quisiera (aunque sabemos que jamás se hará) darle un acceso al mar por aquel territorio, este SI AFECTA al tratado de 1904, porque si la línea de frontera entre Bolivia y Chile cambiase altera la soberanía de Chile sobre aquel territorio, y "modifica" cualquier cambio de la línea y/o todo lo que hay dentro de ella (soberanía), con la única diferencia de que no se requiere consultar a Perú, pues eso compete solo si se ofrece "algo" arriba de la quebrada de Camarones.
El tratado de Ancón no sufre nada, porque Tarapacá ya es de Chile, y no se requiere consulta de Perú pues como se dijo, pasa a ser 100% de Chile.
Nuevamente se vuelve sobre lo mismo, usted insinúa que "modificar la línea" no es lo mismo que "modificar la soberanía", y es lo mismo cuando aquello altera todo el territorio que va de la frontera al interior de un país.
Por lo demás, usted ya afirmó que: "Lo que en los hechos representa un reconocimiento formal de parte del Estado chileno de que la cesión de soberanía territorial a Bolivia es la forma de resolver este entuerto definitivamente"
Entonces, ¿cómo me dice que no se pretende modificar un tratado? una cosa es que en el juicio esto no se toque, pero no implica que puedan evadirlo en un supuesto caso de negociación donde ahora Chile dejó en claro que NO VA A CEDER SOBERANÍA
Fuera de eso, no se para qué formula "hipótesis" que sabe de antemano nunca sucederán. Sin olvidar que aquí nadie puede obligar a Chile a concederles el "objeto" de lo que quieren.
Fue mucho tecnicismo a su pregunta, pero al menos no le quedó otra que limitarlo a ejemplos aplicables entre dos Países (y quizás un tercero), porque su ejemplo de Oruro ni siquiera tiene capacidad de análisis para una realidad.
Espero haberle dicho lo que deseaba; y atento a su respuesta.
No se entiende cómo el bloguero Guzmán pueda afirmar, en 4° párrafo, que Chile ya adelantó su opinión respecto del término "acceso soberano" y que, según él, sería coincidente con el de Bolivia, si Bolivia no ha expresado aún su opinión, o es muy mala la redacción de las ideas de Guzmán?.
ResponderEliminarÉstas son las precariedades intelectuales de Guzmán Escobari, que demuestra la más absoluta inconsistencia con la realidad.
No, en verdad las contradicciones de Guzmán son de tal magnitud, que me llevan a preguntarme por su salud mental; espero que no esté con problemas, lo digo sinceramente, porque por un lado dice una cosa, luego la cuestiona, y luego la vuelve a cuestionar, para finalmente dejar en manos de Salazar Paredes que según su libro "Desatando Nudos" pasa a ser como la Hada Madrina de Bolivia, siempre y cuándo se deje de lado la cuestión de "soberanía".
Cómo entenderlos, dicen que la soberanía es intransable y sin trueque de territorios, para luego decir.....tal vez no, podríamos dejarlo así sin soberanía.......
Señores bolivianos, los chilenos no les creemos nada, absolutamente nada, y por lo mismo jamás los acercaremos al Pacífico, ni siquiera con un pedazo sin soberanía, o sea, un enclave, no les daremos nada, uds. son de lo peor, jamás estarán satisfechos, y seguirán webeando, por eso no tendrán jamás nada.
Sr. Anónimo:
EliminarNo se preocupe por mi salud mental que se encuentra en buenas condiciones y más bien preocúpese por mejorar su comprensión de lectura que deja mucho que desear.
Queda claro que ud no leyó la respuesta que dio Chile a la pregunta del juez Owada, porque si lo hubiera hecho no se atrevería a poner en cuestión lo que yo afirmo. Chile dijo que el significado de acceso soberano al mar "tal como ha sido usado en la objeción competencia [chilena], es el mismo que Bolivia le dio en su Aplicación y Memoria". Eso dijo textualmente Chile y si no me cree ingrese a la página de la Corte que ahí están todos los documentos.
La cita de Salazar Paredes que claramente ud no comprendió se refiere a dejar de lado el concepto de "soberanía tradicional", no dice que se deje de lado la soberanía que es lo que estamos pidiendo en la Corte. Tal vez ud tiene que volver a leer el artículo calmadamente para poder entender lo que dice.
Finalmente lamentó su posición intransigente y retrograda frente a un asunto que de ser encarado con valentía y creatividad podría reportarle beneficios a Chile. Me parece que por anteponer sus ideas nacionalistas, ud y algunos chilenos que piensan igual, podrían perder la oportunidad de resolver este tema de manera definitiva y satisfactoria para todos los involucrados.
Estoy por creer que a ud. lo que le interesa, es que le paguen por los comentarios de los que participan en su blog......., porque más que progresar intelectualmente..... parece que le interesan los sucios billetes.
EliminarHay mijo,estás perdido.
claro, guzmancito busca dinero
EliminarAndes, dices que lo que le están "pidiendo a la Corte es soberania", cuando todo el mundo sabe que la Corte no puede otorgar soberania o cambiar un tratado. Esta demanda está muy mal planteada,porque en esta demanda Boliviana, si gana(lo veo casi imposible), gana muy poco o nada, pero si pierde su acceso soberano al mar se cierra para siempre, porque para futuros reclamos bolivianos de su aspiración,bastaría que Chile muestre el fallo favorable de la Corte más importante del mundo,para aplacar dichos reclamos, el mundo internacional apoyaría a Chile y a la Corte.Es tan pobre lo que pide la demanda que lo único que pide es "negociar"y el resultado de esa negociación depende exclusivamente de Chile, la Corte no se va a meter en el resultado de esa negociación.Para nadie es un misterio que Chile no quiere ceder soberania, por lo tanto se concluye que en el mejor de los casos para bolivia seria, un mejoramiento del acceso no soberano al mar.-
EliminarSeñor Andrés Guzmán.
ResponderEliminarSobre su muy interesante artículo cabe señalar:
I.- Hay una contradicción evidente cuando Usted señala que Bolivia con su demanda no busca modificar el Tratado de 1904 (en oposición a lo que la ministra de comunicaciones boliviana dijo “La posición del Gobierno es que se tiene que modificar el Tratado de 1904, es la posición para cualquier diálogo con Chile”) pues se podría satisfacer la aspiración mediante un enclave, y luego da a entender que este no sería útil ni libre, como acceso soberano al mar, si requiriera transitar por territorio de otro país.
II.- Por otra parte la referencia a Perú deja en evidencia que la aspiración boliviana dice relación con Arica (lo que supone modificar dos tratados de límites) pues para otorgar un enclave al sur de esta no se requiere la intervención de Perú conforme al Protocolo de 1929.
III.- La aspiración boliviana por un enclave ya ha sido desechada por Chile en negociaciones pasadas, y los motivos que fundamentaron ese rechazo, por su inconveniencia para el interés nacional chileno, se mantienen hasta la fecha, y la buena fe no impone renunciar a ellos o dejarlos de lado. A lo cual habría que añadir el antecedente de la opinión contraria de los habitantes de cualquiera localidad vecina al lugar en que se pretendiera instalar.
IV.- Fiel testimonio de la real calidad jurídica de la demanda boliviana es el hecho de que hasta el día de hoy no puedan precisar la naturaleza jurídica de los instrumentos en los cuales constaría la supuesta obligación de negociar. Uno de ellos, el de 1961 ni siquiera tiene firma y se imputa a un diplomático que carece, según lo señalado por la Doctrina y la Jurisprudencia (fuentes de derecho invocadas por la propia Bolivia) de la capacidad para obligar al Estado; y ni hablar de las resoluciones de la OEA las que carecen de efecto vinculante o fuerza obligatoria, como por lo demás lo advirtió Jorge Siles. Dada esa realidad, no me extrañan las palabras del vocero de la demanda marítima, señor Carlos Mesa, quien en un artículo publicado en la revista Nueva Crónica, en respuesta a uno del señor José Rodríguez Elizondo, dijera textualmente “El juicio planteado por Bolivia contra Chile en La Haya, que Rodríguez considera casi un engendro desde el punto de vista del derecho mundial, aún asumiendo que esté bien fundamentada (y no creo que lo esté), …”.
Atentamente.
Estimado Sr. Contardo:
EliminarI. Al parecer ud le da una importancia un tanto exagerada a los comentarios que hacen algunas personas, en este caso al de una Ministra de Comunicación. Al respecto, para los jueces de la Corte, lo que vale es lo que dicen los documentos presentados y en última instancia lo que declaren también los representantes oficiales que pueden comprometer la fe del Estado, vale decir Presidentes, Cancilleres y, en este caso, el Agente ante la Corte. Pero le aseguro que lo que dijo la Ministra de Comunicación no tendrá ningún peso en la Corte.
II. La referencia al Perú no es porque la "aspiración" de Bolivia se relacione con Arica, sino porque Chile le ofreció a Bolivia una salida soberana al mar a través de territorios ariqueños muchas veces.
III. Efectivamente Chile rechazó enclaves en 1975 y 1987, pero esos enclaves estaban al sur de Arica, en las regiones de Tarapacá y Antofagasta, y el motivo que adujeron las autoridades chilenas en esas ocasiones era que eso impondría un quiebre en la continuidad territorial de Chile. Sin embargo, un enclave al norte de Arica, pegado a la línea de la Concordia no tendría ese inconveniente. De todas formas, como dice el artículo, Chile ofreció una salida soberana al mar con continuidad territorial (corredor) muchas veces, pero como al mismo tiempo dice que no se puede modificar el Tratado de 1904, esa posibilidad quedaría descartada. No obstante, si Chile llegara a consentir la modificación del tratado en una negociación, retomado viejos ofrecimientos, Bolivia no se opondría a ello.
IV. El Memorándum Trucco de 10 de julio de 1961 es una manifestación más del Estado chileno, en la que se compromete a negociar una salida soberana al mar para Bolivia, si bien no está firmado, es un documento oficial que el Embajador de Chile en Bolivia, Manuel Trucco, entregó al Canciller boliviano, Edurardo Arze de manera formal. Por tanto, su validez legal y efectos vinculantes serán evaluados por la Corte considerando lo anterior y teniendo en cuenta los otros compromisos de Chile, algunos de ellos verbales, como los ofrecimientos del Delegado chileno ante la Liga de las Naciones en 1921, y otros escritos y firmados por las más altas autoridades chilenas.
Lo que importa aquí es la conducta de Chile a lo largo de la historia que cada cierto tiempo se aviene a negociar una solución de este tema, hay compromisos que son más solemnes que otros es cierto, pero la conjunción de todos muestra un comportamiento errático y contradictorio, en el que existe una suerte de burla hacia Bolivia, pues son tantas las veces que Chile ofreció una salida al mar a Bolivia, como las veces que dijo que no existen temas pendientes entre ambos países. El punto es que de acuerdo al derecho internacional, todos los países deben tener una política exterior seria y coherente, y no ofrecer, prometer y comprometerse sin la verdadera intención de cumplir.
Saludos
A estas alturas, la imbecilidad original del bloguero no tiene respuesta inteligente en ninguna parte
EliminarLo calificaré entonces como " idiota semi-ilustrado.
EliminarSeñor Andrés Guzmán.
EliminarComo cosa previa, en su artículo sobre la “invasión” chilena, ya conteste sus comentarios del 18 y 19 de febrero.
I.- Si la Ministra de Comunicaciones de Bolivia declara “La posición del Gobierno es que se tiene que modificar el Tratado de 1904, es la posición para cualquier diálogo con Chile”, yo no tengo por qué dudar de que dicha declaración es fiel representación del Gobierno boliviano al cual pertenece; más aun si su Jefe no la desmintió ni desautorizó. La conclusión anterior no depende del valor que un tribunal pudiera dar a sus dichos, porque el hecho como tal quedo registrado en la prensa, y además es coherente con la conducta previa y posterior de dicho Gobierno.
II.- Lamento tener que discrepar con Usted, pero la aspiración de Bolivia desde que se independizo ha tenido relación con Arica, porque Bolivia la considera “su puerto natural”, y no porque Chile se la propusiera décadas después.
Por cierto utilicé y utilizo la palabra aspiración para referirme al deseo de Bolivia de obtener una salida al mar con carácter soberano, porque es la que en derecho corresponde y es la utilizada en documentos oficiales bolivianos y chilenos como:
a) El Acta Protocolizada de 1920 en su punto V que habla expresamente de “gestiones encaminadas a satisfacer la aspiración del país amigo”;
b) El Memorándum de fecha 15 de setiembre de 1943 elaborado por la Cancillería boliviana y entregado al Secretario de Estado de USA, con copia para Chile por deseo de la propia Bolivia, en cuyo punto número 2 Bolivia señala “De otra parte, Bolivia mantiene sus legítimas aspiraciones a una salida soberana ...”;
c) En la Nota Diplomática chilena de 1950 que señala “De las citas contenidas en la nota que contesto, fluye que el Gobierno de Chile, junto con resguardar la situación de derecho establecida en el Tratado de Paz de 1904, ha estado dispuesto a estudiar, en gestiones directas con Bolivia, la posibilidad de satisfacer las aspiraciones del Gobierno de Vuestra Excelencia y los intereses de Chile.”.
Aspiración es también el vocablo utilizado por los diplomáticos e historiadores bolivianos, como por ejemplo el señor Gumucio Granier, quien en su libro sobre USA y el mar boliviano señala, a propósito del Memorándum de 1943 y la respuesta de Chile, lo siguiente “El tenor de este documento echo por tierra toda ilusión que en ese entonces, Chile podría demostrar por solucionar las aspiraciones de Bolivia.”.
Por lo demás, la propia demanda de Bolivia es fiel testimonio del hecho de que Bolivia carece de un “derecho de acceso soberano al mar”, o “derecho de reintegración marítima”, pues si lo tuviera no necesitaría pedir una negociación para que en el curso de ella, si resulta exitosa, se convenga un tratado que, de resultar aprobado, ratificado y canjeado, se transforme en el título jurídico capaz de generar tal derecho, hoy inexistente.
III.- La doctrina, en publicaciones que están disponibles en la web, hasta la fecha, no considera que un embajador esté capacitado para generar un acto unilateral como fuente de obligaciones para el estado que representa.
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EliminarIV.- Lo que la tesis boliviana no es capaz de asumir, ni refutar, es el hecho cierto de que si una negociación culmina sin dar lugar a un acuerdo o entendimiento, sea cual sea el motivo que lo impidió, la negociación se entiende fracasada, y las partes no tienen la obligación jurídica de volver a iniciarla, pues la posibilidad de fracaso forma parte de la naturaleza misma de toda negociación, es una alternativa conocida y asumida por las partes desde el inicio. Todas las negociaciones habidas entre Chile y Bolivia fracasaron (término empleado por el propio Carlos Mesa antes de asumir la vocería) porque ambas partes estaban habilitadas para haber dicho no, si la propuesta recibida en el curso de las conversaciones no les resulta conveniente. Una negociación fracasada no genera derechos ni obligaciones, ni queda pendiente, es al revés, solo cuando la negociación da lugar a un acuerdo y este culmina exitosamente su tramitación constitucional surge una fuente de derechos y obligaciones. Es por ello que resulta grotesco, lindante con la fantasía, leer una argumentación elaborada al margen de la realidad conocida universalmente, argumentación que postula, por ejemplo, que documentos como el de 1895, o el de 1920, son compromisos o fuentes de obligaciones jurídicas para uno de los intervinientes, en circunstancias que es un hecho cierto (admitido por la propia nota diplomática boliviana de 1950) que no culminaron exitosamente su tramitación, que no hubo acuerdo.
V.- En cuanto a su argumento final, olvida Usted que el derecho internacional no obliga a los diplomáticos de un Estado que participan de una negociación a tener que decir sí cuando se les propone algo que estiman inconveniente. Tampoco el derecho internacional ha cercenado las facultades soberanas que cada parlamentario tiene para votar a favor o en contra de cualquier tratado sometido a su consideración, y mucho menos ha privado a los jefes de Estado o de Gobierno de sus facultades de veto. Por lo tanto, la conducta de los diversos Gobiernos de Chile durante el cuso de las diferentes negociaciones con Bolivia se ha ajustado a las facultades que el derecho internacional reconoce a los estados soberanos, pues una cosa es proponer o invitar a una negociación cuyo resultado es por esencia incierto, y otra cosa muy distinta es garantizar un resultado exitoso de la misma.
Atentamente.
PD: Aunque se trata de una respuesta dada por Usted a un comentario de otra persona, no puedo dejar pasar por alto la infundada opinión que Usted emitió señalando que en 1975 Chile negocio de mala fe porque “rechazó la propuesta peruana y se cruzó de brazos”. En primer lugar, en ningún párrafo del documento entregado por el canciller Patricio Carvajal al embajador de Bolivia, Chile se compromete ante Bolivia a obtener el sí de Perú, mucho menos a todo evento o a todo costo, es más, el documento dice en su letra n) “La validez de este arreglo estará condicionada al acuerdo previo del Perú …”; y en segundo lugar, su opinión evade el hecho, reconocido por diplomáticos bolivianos, de que luego de una reunión en EEUU entre Pinochet, Morales Bermúdez y Banzer, los tres acordaron nombrar un representante por cada uno para destrabar la negociación, y que ello fue cumplido solo por Pinochet y Morales Bermúdez, absteniéndose Banzer de designar a su representante. En este punto incurre Usted en la misma conducta que critica a otro de los participantes de su blog.
Sr. Contardo:
EliminarI. Me parece que ud sobrevalora lo que dijo la Ministra y le reitero que no creo que tenga incidencia en el juicio, pero si ud cree que sí, no tengo más que decir.
II. Ud dijo que la referencia al Perú suponía que se estaba hablando de Arica, lo cual no lo discuto. Pero el artículo se refiere a la demanda boliviana, no a la percepción que tienen Chile, y la demanda boliviana se refiere a todas esas manifestación de Chile, en las que ofreció una salida soberana al mar para Bolivia, en dichas manifestaciones se habló de Arica muchas veces.
En cuanto al término "aspiración", está bien que lo utilice si le parece correcto, los bolivianos consideramos que es un derecho, un derecho que quizás no tenga una explicación jurídica actualmente, pero que sin duda la tiene en términos históricos y hasta morales.
III. En este punto no estoy de acuerdo con ud. De acuerdo a la costumbre las personas acreditadas como Embajadores ante otro país pueden comprometer la fe del Estado, puesto que según la Convención de Viena de las relaciones diplomáticas, un Embajador es la voz oficial de un Estado en otro Estado y esta munido de poderes especiales para comprometerse, a eso se le llama la plenipotencia.
IV. Lo que ud explica de las negociaciones es correcto, pero no tiene relación con lo que ocurrió en 1961, cuando de manera espontanea y unilateral, el gobierno de Chile decidió hacerle recuerdo al de Bolivia, sobre el compromiso asumido en 1950.
V. Nuevamente ud tiene razón en que el derecho no obliga a decir sí, no obstante, el derecho sí obliga a negociar de buena fe y eso es muy importante porque los ofrecimientos que hizo Chile y los compromisos que adquirió no siempre fueron bien intencionados, hay historiadores chilenos que lo reconocen.
Pd. respecto a lo que pasó en la negociación de Charaña, no es cierto que Bolivia nunca designó a un agente después de la reunión de Nueva York. Bolivia designó a Javier Murillo de La Rocha tal como consta en los documentos oficiales de la época, pero el agente boliviano nunca llegó a reunirse con su pares de Chile y Perú, debido a que en esos días, el Canciller chileno dijo "el territorio de Chile no se vende ni se regala", lo que naturalmente cayó muy mal en Bolivia. Esa declaración demostraba que Chile no tenía ninguna intención de flexibilizar su postura respecto al canje territorial por tierra y mar que Bolivia había solicitado insistentemente, y demostraba también que no existían las condiciones para una reunión de agentes.
Ante esa situación Banzer intentó convencer a Pinochet directamente de que acceda a obtener el consentimiento peruano, pues esa no era una responsabilidad de Bolivia, sino de Chile que es el otro signatario del Protocolo de 1929. Para lo cual, Banzer le mandó dos cartas a Pinochet, cuyas respuestas son la prueba de que Chile se había cruzado de brazos y no tenía ninguna intención de retomar las tratativas.
¿Cómo dice usted que Chile simplemente no deseaba una solución son Bolivia cuando aquel periodo se mantenía una clasa disposición de agresión peruana a Chile?
EliminarDebo recordarle que el ofrecimiento de Chile tenía un único objeto: "CONVERTIR A BOLIVIA EN UN ESTADO COLCHÓN".
¿Usted cree que por el riesgo de conflicto con Perú, el riesgo de permitirle una proyección sobre Arica y la posibilidad de una mejor oferta de Perú a Bolivia era "causa" para decir que Chile simplemente cruzó los brazos?
Si Chile no aceptó la conrta-propuesta peruana fue por algo muy obvio, sin embargo ¿que solución estratégica puede formular usted si tuviera que "entender" la situación de Chile?. Su mirada de Charaña "carece" de pensamiento estratégico.
Por otro lado debemos sumar la negativa de Bolivia a la idea de "canje", o, como dije más arriba, a los acuerdos con Argentina cuando surgió el problema del Beagle.
Aunque Banzer le pidió a Pinochet "acceder" al consentimiento peruano, esto NO PODÍA APLICARSE
¿no tenía intención de flexibilizar? pero si la idea de canje fue rechazada en Bolivia, y no se puede "flexibilizar" si uno opta a una opción en la cual corres el riesgo de sufrir una invasión. PENSAMIENTO CRÍTICO POR FAVOR!!!
Sin olvidar una cosa, Chile jamás canceló ni negó seguir el asunto, Bolivia fue quien lo cortó "voluntariamente", y yo ya le explique por qué "beneficios prácticos" lo hizo.
Y dejo una pregunta fuera de contexto, pero certera:
¿Que piensa hacer Bolivia cuando no obtenga un acceso soberano por esta vía?
Señor Andrés Guzmán.
EliminarI.-
Yo no he manifestado u opinado en forma explícita ni implícita que crea que los dichos de la Ministra de Comunicaciones van a tener repercusión en el juicio que se ventila en La Haya, solo me he limitado a hacer uso de dichas palabras para contrastar la opinión que Usted da en su artículo (que la demanda no busca modificar el tratado) versus la que emitió su Gobierno por intermedio de su Ministra de Comunicación. Además dije que Usted se contradecía al señalar que podría satisfacerse el pedido boliviano mediante un enclave (sin modificar el Tratado según Usted) y luego señalar que este no sería útil ni libre si para llegar a él hay que transitar por territorio de otro país (Chile), pues la solución para ello si implica modificar el Tratado de 1904, toda vez que el territorio es precisamente el espacio geográfico comprendido dentro de los límites de un Estado; y si el enclave se ubicara en el territorio a que se refiere el artículo 1º del Protocolo de 1929, ya no sería uno el tratado a tener que modificar sino que serían dos. Por lo demás, el subconsciente o la verdad de la aspiración y demanda se manifiesta en el párrafo “En este punto, es muy importante aclarar que si bien nuestra demanda no busca revisar el Tratado de 1904, si Chile llegara a consentir que se modifique para darle …”.
II.- Sobre el Memorándum de 1961:
A) En lo referente a la capacidad de los embajadores, Usted sostiene textualmente “según la Convención de Viena de las relaciones diplomáticas, un Embajador es la voz oficial de un Estado en otro Estado y esta munido de poderes especiales para comprometerse …”; señor Guzmán, dicha Convención, que es de 1961, en ninguno de sus 53 artículos, ni 2 protocolos adicionales, se refiere a lo que Usted menciona. Es la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, cuerpo normativo distinto, la que en su Sección Primera, titulada “Celebración de los Tratados”, en su artículo 7, que trata sobre los plenos poderes, señala en su número dos letra b) “los Jefes de misión diplomáticas, para la adopción del texto de un tratado entre el Estado acreditante y el Estado ante el cual se encuentran acreditados;”. Como se advierte de la lectura de la norma de derecho, la capacidad de un embajador, en cuanto Jefe de misión diplomática, es única y exclusivamente para adoptar el texto de un tratado (acto jurídico bilateral) pero no tiene capacidad para generar un acto jurídico unilateral que es la naturaleza jurídica que Bolivia le atribuye al Memorándum de 1961.
B) Tampoco resulta ajustado a la realidad su opinión de que el Memorándum es espontáneo, pues basta leer el punto número 3 del mismo para tomar nota de que se emite en función de un anuncio boliviano en orden a acudir ante un organismo internacional (si no me equivoco era la OEA).
sigo...
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EliminarIII.- Sobre Charaña:
A) Su compatriota Ramiro Prudencio Lizón, señala que fue Banzer el que se abstuvo de nombrar representante debido a que había perdido apoyo para aceptar el canje territorial.
B) En cuanto a la mala fe que Usted imputa a Chile en la negociación, basta para desvirtuarla lo que menciona su compatriota, también diplomático, Jorge Siles en su libro sobre el mar:
“Los libros escritos por los embajadores Gutiérrez Vea Murguia y Violand revelan claramente que, de parte de Chile, el Presidente Pinochet y su Canciller, Patricio Carvajal, abrigaban el propósito sincero de llegar a un entendimiento con Bolivia; …”.
“No puede negarse que, de ambas partes, la boliviana y la chilena, se trabajó con hidalguía y rectitud para alcanzar el propósito tan esperado en Bolivia …”
"Por otra parte, sería injusto no reconocer la actuación discreta, caballerosa, del canciller chileno Almirante Patricio Carvajal …”;
“Es lamentable tener que reconocer que el factor decisivo en el fracaso en la negociación de Charaña lo constituyó la intervención de Perú, formulada once meses después en la consulta hecha por Chile ….pero aún debe añadirse que el punto final a ese proceso lo puso el propio Presidente Banzer en 1978 al cortar las relaciones diplomáticas con Chile, …”;
“… Cierto es que tanto Gutiérrez como Banzer aceptaron en principio la propuesta chilena que incluía el trueque de territorios en la misma dimensión por cada parte negociadora, es decir que Bolivia se comprometía a hacer entrega a Chile de un espacio de su territorio de la misma extensión que el área cedida por Chile al Norte de Arica, … . El reconocimiento boliviano del canje fue reiterado en otras oportunidades a lo largo de la negociación. Repito que solo en la última etapa de la misma, ante la reacción creciente de la población boliviana, Banzer se mantuvo firme en la negativa a esta parte de la proposición chilena”. Página 77 del libro Sí, el Mar.
Sin perjuicio de que las palabras de su compatriota se bastan a sí mismas para rebatir la opinión que Usted emite sobre responsabilidad y mala fe en la negociación de Charaña, cabe preguntarse por qué motivo racional Chile tendría que haber “flexibilizado su postura” y renunciar al precio o contraprestación que estimó adecuado para satisfacer la aspiración de Bolivia, teniendo en cuenta por una parte que ni el derecho positivo, ni la buena fe, le exigían ese particular sacrifico, y por la otra, que era Bolivia la principal interesada y beneficiaria de un eventual resultado exitoso.
IV.- Señala Usted que lo que yo explico de las negociaciones es correcto, y que además tengo razón cuando sostengo que el derecho no obliga a decir sí; luego Usted alude a la buena fe, pero olvida que esta tampoco impone tener que decir sí a lo que se propone en una negociación.
Si según Usted lo que yo explique de las negociaciones es correcto y tengo razón en que el derecho no obliga a tener que decir sí, entonces le pregunto señor Guzmán en qué pie queda la demanda de Bolivia ante la Corte? Porque en resumen yo dije que en las negociaciones la posibilidad de no alcanzar acuerdo es un elemento de la esencia, conocido y asumido de antemano; que en caso de no alcanzar acuerdo la negociación se entiende fracasada y no como algo pendiente, y que las negociaciones no generan obligaciones para quienes participan de ellas; y resulta que la tesis boliviana ante la Corte es precisamente la opuesta, que en las negociaciones si o si se tiene que llegar a acuerdo, que si no se llega a acuerdo la negociación queda pendiente, y que la negociación genera obligaciones para las partes aunque no se arribe a acuerdo.
Atentamente.
PD: No comparto su argumentación a propósito del vocablo aspiración, y dejo para la próxima ocasión el motivo de mi discrepancia.
Sr. Contardo, aunque su postura sea por medio de las citas la más acertada, debe recordar que, aún habiendo eventos históricos tan claros como el de Charaña, Bolivia está en la Haya con el objeto de "usar" según sus intereses esos hechos para inventarse un derecho expectaticio, por ende no puede esperar que el Sr. Guzmán ponga una mirada "objetiva" o historiográfica sobre Charaña, porque él debe "moldearla" a fin de que sirva para un alegato jurídico, es decir CARECE de análisis histórico, porque el "objeto de uso" no está determinado por la realidad de la crítica, sino ante la necesidad de darle un uso procesa (cosa que es una aberración para la historiografía). No puede esperar que el punto de vista que usted expresa acertado en el análisis real, pueda ser pensado como el de Guzmán, que lo "modifica" como un elemento de uso jurídico. Esta es la razón de porque en su artículo responsabiliza a Chile, no porque así allá sido, sino porque es así como Bolivia quiere decírselo ante la CIJ, por eso NO PODEMOS ESPERAR UN ESTUDIO REAL DEL TEMA QUE SE ALTERA POR INTERESES, la postura de Andrés sobre Charaña no es honesta, es quisquillosa, antojadiza y, como ya dije, lejana a la realidad histórica.
EliminarBuen punto, cuando se usa un hecho histórico para "objeto" de un proceso judicial, no puedes esperar que una parte pueda atribuirle una auto-crítica, pues aquella lo va a usar A SU CONVENIENCIA, y ante ello lo que se hace es meramente una selección arbitraria de los antecedentes que, de fondo, no se acomodan a una realidad histórica, sino a un "interés de por medio", y ese "interés" no es más que la "transformación" del mismo para concordar a la "exigencia" de una de las partes.
EliminarPor ello se entiende el porqué no se expliqué en Bolivia -desde este punto de la Haya- cual fue el motivo de que se generara el acuerdo, y más aun, cuales fueron los motivos de su fracaso, y los efectos que tuvo como seguidilla el quiebre de relaciones en 1978, así como su relación "directa" con Perú y también Argentina.
No puede decirse tampoco que Charaña fue algo "voluntariamente pleno" por parte de Chile, sino "obligado en contexto" ante el riesgo de guerra con Perú en 1975 (como causa), y el riesgo de guerra con Argentina en 1978 (para seguir tramitándola).
Chile entre 1975 a 1978 NO TUVO NINGUNA "razón" estratégica ni práctica para "hacer fracasar" la propuesta como falsamente se alega en Bolivia.
Pero si "ocultan" el factor argentina ahí si les queda bien el cuento no?
Por otro lado, es fácil decir que con la contra-propuesta peruana que era inaceptable para Chile se diga que no se ofrecieron más opciones, ¿y cuales serían las posibles en esas instancias?, ningún boliviano puede de por sí plantearse alguna alternativa que Chile pudiera haber dado con el fin de no permitir una proyección peruana sobre Arica, porque eso buscaba la idea de ser "tripartito". Eso es carencia de pensamiento crítico.
Sr. Contardo:
EliminarI. Me parece demasiado insistente y hasta ilógico que ud siga persistiendo con el comentario aislado de una Ministra. La posición de Bolivia ante la Corte ha sido definida en documentos oficiales que han sido presentados en la Corte, y eso es lo que debería valer para opinar al respecto.
II. Sobre los poderes que tiene un Embajador para comprometer a su país, ud debe diferenciar lo que son las obligaciones convencionales (Tratados) de las obligaciones NO convenciones (Actos Unilaterales). El jefe de misión de un Estado acreditado ante otro, puede comprometer la fe del Estado en todos los temas que tengan que ver con la relación bilateral, eso dice la teoría de los Actos Unilaterales de los Estados.
No estoy hablando de firmar un tratado, sino de comprometerse mediante un acto de promesa, reconocimiento o renuncia, que es diferente pero es al fin y al cabo una obligación jurídica.
III. Respecto a la negociación de Charaña, ud insiste en que Bolivia no designó a un representante, pero eso no es correcto, y no se valida en absoluto porque lo diga un conocido historiador prochileno como Ramiro Prudencio.
Respecto a la opinión de otros historiadores que culpan al Perú, está bien, son opiniones, pero la Corte no fundará su decisión en base de opiniones, sino en los hechos facticos.
Chile hizo una propuesta con exigencias sumamente exageradas, como la de exigir un canje territorial por tierra y mar territorial de 200 millas marinas, y luego no quiso flexibilizar su posición. Además de rechazar de plano la propuesta peruana y no hacer ningún esfuerzo por conseguir el asentimiento peruano para concretar el ofrecimiento que le había hecho a Bolivia.
Todos esos hechos serán considerados por el Corte, y le aseguro que tendrán mucho más peso que la opinión de los historiadores prochilenos que culpan al Perú.
¿Hechos fácticos? Interesante, porque los jueces de la CIJ no son historiadores, so juristas, y esa arrogancia de pensar que son la misma cosa es una de las razones de porque usted CARECE de pensamiento crítico.
EliminarQue deben ver de fáctico?, que Charaña de origina por una pretensión de invasión de Perú a Chile?, que el ofrecimiento se hace para convertir a Bolivia en Estado colchón?, que la contrapropuesta de Perú tenía por objeto proyectarse sobre Arica?, que en Bolivia se empezaron a negar cuando se habló de "canje"?, que Bolivia cortó relaciones porque Argentina bajo la mesa le proponía una alianza militar en el Beagle a cambio de reconocerle el derecho de conquista a consta de territorios de Chile?, que las amenazas a Perú y Argentina eran suficientes para asegurar que a Chile no le convenía tener a Bolivia en contra?.......¿sigo?
Hace poco yo le escribí diciéndole que es "fácil" decir que Chile "no hizo ningún esfuerzo" por conseguir asentimiento peruano, cuando este último no deseaba perder su frontera con Chile producto de sus intensiones militares, pero si a Ud. le preguntan que pudo ofrecer Chile sabiendo que cualquier propuesta que implicara perder frontera con Perú sería rechazada por este, ni siquiera ud. puede responderlo.
Nuevamente, su comentario NO TIENE LÓGICA, porque mientras se mantenía la imposibilidad de convenio en Argentina ya empezaban las tensiones con el Beagle, ¿y cree que Chile le convenía arruinar como ud. afirma intencionalmente el proceso?, menos inocencia al escribir.
"Todos los hechos están considerados en la corte", supongo que eso incluye lo que en su país majaderamente no relatan para incluir al cuento, o no?
Por otro lado cualquier historiador que tenga una postura favorable a Chile dirá que es "prochileno", debo entonces decir lo mismo cuando usted cita a uno para que yo diga que es "proboliviano"?
¿"Chile hizo una propuesta con exigencias sumamente exageradas"? Perdón, la suma de tierra y mar debía ser la MISMA en tierra que Bolivia debía conceder a Chile, 50/50, y ud. lo llama exagerado? eso más bien es ocultar que en Bolivia lo que querían era territorio a cambio de nada, y como ya dije antes, sus artículos solo estarán condicionados al objeto del juicio, y no a la historiografía ni al pensamiento crítico, porque ud. así como su país necesitan majaderamente "transformar" los hechos para darles un uso jurídico, y eso, es una ABERRACIÓN a la historiografía, en todo sentido, sea quien demandante o demandado, es una aberración que mezcle pretensión jurídica con pensamiento crítico e historiográfico.
Realmente Sr. Anonimo es usted la encarnacion propia del engaño planificado, la mala fe de un estado y sus lideres, la rapacidad codiciosa de ganar y apropiarse de lo ajeno. En todas sus intervenciones haciendo gala de una prepotencia desmedida intenta incorporarnos a su mundo de medias verdades, conspiraciones febriles(Bolivia se une a la confabulacion argentina) y lo mas interesante de todo que cree en sus propias mentiras. Se vanagloria de poseer un exquisito pensamiento estrategico y de un analisis critico digno de los mejores estrategas e historiadores. Sin embargo ud. no es mejor que la tropa de ancianos decrepitos y anacronicos como Muñoz,Insulsa,Merino y otros que viven anclados en el pasado como fieles monumentos a la ambicion y la rapiña.Le sintetizo mi "pensamiento estrategico" Los tiempos cambian y los Estados tambien, mañana cuando Bolivia alcance la plenitud de su desarrollo, recuperaremoscon la razon, lo que nos fue arrebatado por la fuerza.
EliminarDe anónimo al Sr. Anónimo:
EliminarSu último comentario refleja el complejo ante falta de argumentos, pues mis comentarios, lejos de ser respondidos, son sacados en su respuesta, que mejor evidencia de que no los puede refutar.
Las cosas serán mañana tal como son ahora. Su aspiración es solo un capricho.
Mi "pensamiento estratégico" se basa en factores que usted, o Guzmán, IGNORAN casual o intencionalmente en sus relatos, y por eso les afecta.
No es ninguna novedad que no quiera asumir que Argentina le ofreció apoyo militar a Bolivia en reciprocidad por recibir de este apoyo por el tema del Beagle, porque dichas reuniones se hicieron, que usted no las conozca hoy, refleja como en su país le "limitan" la información.
Seguro es "mentira" la intención peruana de una agresión militar a Chile en 1975, de la cual se originó Charaña.
Seguro es "mentira" que el el fracaso de Charaña se da por el acercamiento de Bolivia a Argentina cuando inició el problema del "Beagle".
Sin embargo, usted no tiene nada de distinto que la tropa de ancianos y decrépitos que gobiernan su país como Morales, Linera o Gonzalez, porque son ellos quienes se ponen a hablar del pasado por su incapacidad de progresar a futuro. ¿Es Chile quien habla de la guerra? No, es Bolivia. ¿Es Chile quien declara el pasado como causa de fracasos actuales? No, es Bolivia. ¿sigo?
Le sintetizo más mi "pensamiento estratégico", las cosas no cambian con caprichos, y Bolivia seguirá tal como siempre ha sido, un pobre Estado de caudillos.
PD: Agradezca que tiene internet para navegar por lo menos, para que no le de tanta nostalgia.
Estimado amigo, no es nostalgia lo que me obliga a responderle, sino la soberbia que deja entrever en sus apreciaciones sobre determinados hechos de la historiografía compartida entre ambos países. Voluntaria o involuntariamente Ud. introduce elementos que no se ajustan exactamente a la verdad, como el hecho que Bolivia y Argentina se reunieron para concebir un Plan de Guerra contra Chile y que fue ese el motivo, por el cual fracasaron las negociaciones de Charaña. Ud incorpora sin tener la evidencia documental de que las probables reuniones fueron con ese objetivo. Argentina en la década del 70, busco afanosamente el respaldo internacional y sobre todo de sus vecinos para poner en evidencia e impedir que la codicia chilena, de incrementar su territorio, se materialice nuevamente. En ese momento, el poder relativo entre ambos países era favorable a la Argentina y no necesitaba que otro país vecino se aliara para enfrentar a Chile. Ud. Con su excepcional percepción estratégica debe conocer mejor que yo cuales eran los temores chilenos en esa época. Perú por su lado, con Velasco Alvarado había planificado desde muchos años atrás asumir una posición firme sobre sus provincias cautivas y había incrementado considerablemente el poder de sus Fuerzas Armadas. Bolivia no había crecido mucho y sus fuerzas armadas estaban abocadas a cumplir con uno de los mandatos de la constitución que era aportar al desarrollo nacional. Es en este escenario estratégico donde Chile moviliza a sus servicios de inteligencia, un enorme contingente de espías infiltrados, comunicadores, quintacolumnistas, asesores en organismos internacionales, embajadores, etc., para lograr configurar un nuevo escenario acorde con sus intereses y objetivos. Se logra la mediación de la Santa Sede, se logra el cambio de Velasco Alvarado y se inicia un acercamiento con Bolivia, tocando el punto mas sensible para los bolivianos “la reivindicación marítima”. Y como Ud, acertadamente señala “ahí es donde nace Charaña”, como una acción pérfida y engañosa, aprovechándose de la sensibilidad de una nación. Ahí nace Charaña como una burla antes que como una señal sincera de solucionar un conflicto. Y Bolivia cae ingenuamente en la trama barata urdida maliciosamente por Chile, que temía que sus tres vecinos puedan aliarse para cobrar las afrentas sufridas a lo largo de mas de una centuria de mala vecindad con su país.
EliminarParece que el factor "argentina" es su problema, al menos ya reconoce que la "causa" de Charaña fue la intención del Perú de una agresión militar a Chile, vas mejorando.
Eliminar¿codicia chilena?, se nota que su subjetividad le impide concebir realidades, ¿cual sería esa codicia? si era Perú quien deseaba agredir a Chile antes de cumplirse el centenario de la GDP, y era Argentina quien deseaba invadir Chile por perder un fallo sobre la soberanía de tres islas, ese intento de invasión se llamo "Operación soberanía", infórmese antes de comentar lo que en su país le LIMITAN conocer.
Respecto al factor argentina, entérese que si hubo acercamientos cuando en 1977 se produjo el fallo desfavorable a argentina, el historiador argentino Pablo Lacoste te lo precisa mejor:
http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0719-09482016000100006
La razón de porque Argentina no aparece como factor de Charaña en Bolivia, es porque fue Bolivia quien cortó relaciones con Chile en 1978, mismo año en que casí se desencadena la guerra entre Chile y Argentina.
Como Bolivia es quien cortó relaciones, no pueden poner el factor argentina, porque inmediatamente se obtiene la relación de "causa" para cortar relaciones con Chile, por ofrecimientos hechos por Argentina en reciprocidad con Bolivia, y bien aceptados por tu país, que al final no se ejecutaron porque la guerra no se desencadenó.
Si sigues formulando tus teorías conspirativas" sobre un país que en esos años era "el más débil" (Chile), solo evidencias tu falta de juicio y tu papel como abogado del diablo, porque era Chile, y ningún otro, quien corría riesgo de sufrir invasión.
Sobre la Santa sede, déjeme enseñarle una cosita, la mediación papal NO resolvió el problema, solo "evitó" la guerra, el problema fue RECIÉN solucionado en 1984, cuando Argentina tubo que reconocer la soberanía de las islas a Chile bajo
la presidencia de Alfonsín, cuando Argentina volvió a la democracia.
Charaña jamás fue una cosa pérfida, porque se origina por una cosa concreta, riesgo de invasión, y su objeto, era convertir a Bolivia en un Estado colchón, razones de sobre había para hacerlo.
Ud. simplemente no pude asumir la responsabilidad de su país, porque cuando se tocó la palabra "canje" en las negociaciones, en su país empezaron a rechazar el acuerdo, ¿se le olvidó?
Por su comentario, solo se puede concluir que es el clásico boliviano que hace verborrea para culpar a otros de sus ineptitudes, y que condiciona los hechos para su clásico rol victimizador que hasta hoy siguen divulgando. Que vergüenza.
Saludos
Señor Anónimo, gracias por la información que nos proporciona con su comentario de hoy 11 de marzo a las 13:33. He leído el artículo de Pablo Lacoste al que Usted hace referencia. También se puede encontrar prueba de las negociaciones entre Perú Argentina y Bolivia en 1978, en las declaraciones del diplomático peruano y ex vicecanciller J. Eduardo Ponce Vivanco, vertidas en el programa la Hora N de Jaime de Althaus minuto 9 en adelante del video en youtube https://www.youtube.com/watch?v=GzhruKzByUQ
EliminarSaludos.
Señor Andrés Guzmán.
ResponderEliminarI.-
Como manifesté desde el primer comentario enviado con ocasión de este artículo suyo, los dichos de la Ministra de Comunicación reflejan la contradicción entre lo que se relata a la Corte y lo que se declara fuera de ella; comportamiento que, de acuerdo a lo señalado por su compatriota el señor Agustin Echalar en su columna de hoy, es la conducta normal del gobierno de Morales. En todo caso, en punto central de mi comentario no eran los dichos de la ministra y sus efectos, sino que la contradicción en que Usted incurría en su artículo, aspecto sobre el cual Usted guardó silencio. Sobre ese punto valga tener presente además la opinión de su compatriota Antonio Mariaca Mendieta, quien señaló que cualquier acceso soberano implica modificación del Tratado de 1904.
II.-
Sobre el Memorándum de 1961, su texto está incluido en el denominado “libro del mar”, página 79, disponible en la web. Dado ese antecedente, si Usted opina que dicho memorándum es un acto unilateral que crea obligaciones, entonces no tendrá Usted dificultad alguna para transcribir literalmente el párrafo, la frase, o las frases de dicho memorándum que contengan un elemento esencial de un acto unilateral de Estado como fuente de obligaciones, me refiero a lo que la teoría o doctrina denomina como “la intención del Estado de imponerse una conducta jurídicamente obligatoria”.
sigue...
sigo:
EliminarIII.-
En cuanto a Charaña:
1º Sobre su crítica a la conducta de Chile yo le formulé una pregunta, solicitándole los argumentos racionales que pudieran fundamentar su opinión, así lo hice en el párrafo “… cabe preguntarse por qué motivo racional Chile tendría que haber “flexibilizado su postura” y renunciar al precio o contraprestación que estimó adecuado para satisfacer la aspiración de Bolivia, teniendo en cuenta por una parte que ni el derecho positivo, ni la buena fe, le exigían ese particular sacrifico, y por la otra, que era Bolivia la principal interesada y beneficiaria de un eventual resultado exitoso.”.
Usted en vez de proporcionar algún elemento racional que justificara su opinión, insiste en una crítica carente de sustento objetivo; por ejemplo, Usted critica que el canje comprendiera el mar territorial, olvidando que sobre ese mar Bolivia podría haber ejercido soberanía y jurisdicción, que podría aprovecharse exclusivamente de los recursos económicos naturales o minerales existentes en dicho mar, entonces por qué motivo objetivo habría que excluirlo de la compensación por el territorio. En qué parte del documento entregado por el Canciller Carvajal al embajador boliviano se señala expresamente que Chile se compromete u obliga a obtener el sí de Perú, y a cualquier precio? Lo puede transcribir literalmente.
2º Sobre la opinión de su compatriota el señor Ramiro Prudencio Lizón, no hay motivo alguno para descartarla toda vez que es coincidente con la expresada por otros historiadores y diplomáticos bolivianos sobre ese punto, dentro de los cuales puedo añadir al señor Antonio Mariaca Mendieta quien dijo que hubo miedo al canje territorial; el hecho de que Usted le atribuya gratuitamente el calificativo de “prochileno” no afecta la calidad o solidez de lo dicho por los diplomáticos e historiadores bolivianos que cite, y solo refleja falta de argumentos para controvertirlos.
3º Si Perú fuera el culpable del fracaso de la negociación de Charaña, su culpa no sería de naturaleza jurídica pues no violó norma de derecho alguna, incluida la buena fe; por lo tanto, a la Corte no le corresponde pronunciarse sobre ello.
Atentamente.