Publicado en La Razón
Hace unas semanas, el historiador chileno Cristian Garay Vera publicó en La Razón, un artículo en el que intentó convencer a la opinión pública boliviana de que el Tratado de 1904 fue válidamente celebrado porque, según dice, Chile no coaccionó a Bolivia.
Si bien el titular de la Dirección de Reivindicación Marítima (Diremar), Juan Lanchipa, ya presentó oportuna y acertada respuesta, y con el mismo afán también replicó el sociólogo boliviano Juan Albarracín, en las próximas líneas intentaré aportar al debate con una breve narración de las circunstancias en las que se desarrolló la negociación de este tratado, con base en apreciaciones emitidas por historiadores chilenos, incluido Garay.
Primero, debemos remitirnos a las postrimerías del siglo XIX cuando prevalecían los términos del Pacto de Tregua boliviano-chileno de 1884. En Bolivia, ese acuerdo fue duramente criticado por haber determinado definitivamente el enclaustramiento boliviano y por haber impuesto un régimen comercial sumamente perjudicial para la hacienda nacional (Carrasco, Sergio: Historia de las relaciones chileno-bolivianas. 1991, p. 102).
En esos años, algunos gobernantes chilenos (Santa María, Barros Borgoño, etc.) llegaron a comprender que dejar sin mar a Bolivia podría convertirse en un problema de nunca acabar. La mayoría, sin embargo, pretendía reservar para Chile el dominio de todo el territorio ocupado, incluyendo Tacna y Arica (Pinochet de la Barra, Oscar: ¿Puerto para Bolivia? 1987, p. 41).
Palacio de La Moneda a finales del siglo XIX
Chile no llegó a imponer sus condiciones sino 23 años después del último combate con las fuerzas bolivianas debido a que tenía serios problemas con Perú y Argentina, por lo cual, si amenazaba o agredía nuevamente a Bolivia, se arriesgaba a iniciar un conflicto en el que hubiese tenido que enfrentar simultáneamente a sus tres vecinos.
En ese contexto, el Ejecutivo chileno aplicó la “política boliviana” que consistía en una estrategia por separar a Bolivia de su alianza con Perú durante la guerra, para lo cual llegó a ofrecerle un puerto en territorio peruano ocupado por Chile (Garay Vera, Cristian; Concha, José Miguel: La alianza entre Chile y Bolivia 1891-1899. Una oportunidad para visitar la teoría del equilibrio. 2009, pág. 222).
Tras el fracaso de esa política y luego de haber resuelto sus problemas con Argentina, Chile dirigió sus esfuerzos hacia la definición de su frontera septentrional y para ello designó a Abraham König como representante de La Moneda en La Paz. Es importante destacar la indiscutible influencia que tuvo este personaje en la firma del Tratado de 1904, por haber dejado muy en claro, mediante la nota que entregó al Canciller boliviano el 13 de agosto de 1900, que Chile podía reiniciar las hostilidades en cualquier momento y con la misma facilidad con la que había iniciado la guerra, ya que su poderío militar —decía— “se ha centuplicado en los últimos 20 años” (Ríos Gallardo, Conrado: Después de la paz. 1926, pág. 368).
El mismo Eyzaguirre reconoce ampliamente la incidencia que tuvo la nota de König en el resultado de las gestiones, destacando la ruda y enfática aclaración de que Chile ya no estaba dispuesto a darle un puerto a Bolivia como lo había estado en 1895 (Eyzaguirre, Jaime: Chile durante el gobierno de Errázuris Echauren. 1957. pág. 329).
Poco después, el representante chileno en Lima Ángel Custodio Vicuña propuso a las autoridades peruanas desmembrar a Bolivia para luego repartir su territorio entre Perú y Chile, reavivando así el plan de polonización boliviana que había sido propuesto en 1898, por el entonces Presidente del Perú, Nicolás de Pierola (Bustos, Carlos: Chile y Bolivia. Un largo camino. De la Independecia a Monterrey. 2004, pág.106).
Si bien la pérfida propuesta chilena no tuvo mayor eco porque fue publicada a los cuatro vientos, la noticia debió preocupar a las autoridades bolivianas que se encontraban en una situación extremadamente complicada: Brasil había ocupado el Acre y no se habían logrado resolver los problemas limítrofes con Argentina, Perú, Paraguay y Chile (Garay Vera, Cristian; Correa Vera, Loreto; Soliz Landívar, Ana; Vaca-Diez, Anahí: Bolivia en dos frentes: las negociaciones de los tratados de Acre y de límites con Chile. 2007).
En esas circunstancias, el ministro boliviano en Inglaterra, Félix Avelino Aramayo, viajó a Santiago y de manera oficiosa presentó al Gobierno chileno las bases de un arreglo sobre las cuales se negoció el Tratado de 1904; en ellas, Bolivia renunciaba a una salida al mar, en cambio de compensaciones de carácter económico y comercial (Ríos Gallardo, Conrado. Una gestión oficiosa chileno-boliviana. 1966, pág. 21).
Apremiada por sus cuatro vecinos no chilenos, Bolivia buscó por primera vez en su historia el arreglo de sus problemas con Chile. El acuerdo fue alcanzado en vísperas de la Navidad de 1903 y el Tratado suscrito el 20 de octubre de 1904. “Para Chile se cerraba un página postrera. Para Bolivia sólo un capítulo” (Barros Van Buren, Mario: Historia diplomática de Chile 1541-1938. 1970, pág. 570-571).
Mapa de las pérdidas territoriales de Bolivia.
Resulta extraño que Garay no mencione en su artículo el complicado escenario vecinal que enfrentó Bolivia en 1904, factor que, en otras publicaciones del autor, es ampliamente reconocido: “Bolivia procedió de esta forma para impedir el avance brasileño, peruano y paraguayo sobre sus fronteras” (Garay, Cristian: El Acre y los asuntos del Pacífico. Bolivia, Brasil, Chile y Estados Unidos 1898-1909. 2008, pág. 341) y “…en 1904 por primera vez no era Chile, sino Bolivia el que apuraba el tranco: paraguayos, brasileños, peruanos y argentinos pugnaban sobre ‘el cuerpo enfermo’ de Sudamérica” (Garay Vera, Cristian; Correa Vera, Loreto; Soliz Landívar, Ana; Vaca-Diez, Anahí: Bolivia en dos frentes: las negociaciones de los tratados de Acre y de límites con Chile. 2007 ).
Por todo lo dicho, queda claro que si Bolivia buscó suscribir el tratado, no fue por libre y voluntaria determinación; el verdadero motivo fue el complicado entorno vecinal premeditadamente agravado por Chile con la incivilizada amenaza de König, la malévola propuesta de Vicuña al Perú y, no menos importante, la presión económica que ejercía sobre Bolivia con la imposición de un asfixiante régimen comercial que mantenía al país incluso más enclaustrado que hoy. Factores que me parece que deberían ser parte de cualquier análisis serio sobre las negociaciones del Tratado de 1904 pero que, en esta oportunidad, fueron omitidos por Garay.
¿Cuál es la circunstancia?, pues que tu país estaba urgido por el crédito externo, y hacer un tratado a cambio de 300 mil libras de la época para ingresas a dichos créditos hicieron impulsar de a poco el tratado.
ResponderEliminarSi haces solo coy paste para repetir lo que otros dicen y no decir que usaron para que ellos dijeran lo que dijeron es el primer error cuando se habla de historia, o como dice el dicho popular, "citar por conveniencia", ojalá leas las Memorias ministeriales de tu país, para que no te estén corrigiendo en tu propio blog
Sr. anonimo. resulta inverosimil aceptar 300.000 libras esterlinas por un rico territorio que le ha dado de comer a su pais durante mas de ciento cincuenta años, primero el guano y el salitre, despues el cobre, este ultimo recurso hizo lo que hoy es su pais y con tanta soberbia se pregona sobre el desarrollo de Chile,apoyado en lo que adquirio ilegal e ilegitimamente. Es interesante mencionarle que el Acre fue cedido un año antes (1903)por 2.000.000 de libras esterlinas y un ferrocarril 3 veces mas extenso que el que Uds "supuestamente construyeron para faciliatr el acceso de Bolivia al mar. La unica razon, para aceptar ceder un riquisimo territorio y su mar territorial es que Bolivia se vio forzada aceptar el ominoso y vergonzoso tratado por un "plato de lentejas" 300.ooo libras y la mitad de un tramo ferroviario inservible.
ResponderEliminarSr. anónimo, no es inverosímil la aceptación de las 300,000 libras esterlinas, con la diferencia de que Chile las pagaría al contado, a diferencia del Acre que fue pagado en cuotas reducidas, por ello, resaltó más beneficioso a Bolivia un pago directo por parte de Chile, pues inmediatamente volvió ante la gestión a poseer crédito externo. No sé si lo nota, pero aunque exista una diferencia entre 300,000 y 2,000,000, pagar al contado y en fracciones son cosas totalmente distintas.
EliminarRespecto al ferrocarril, aunque el ofrecido del acre fuera más largo, el de Arica era para Bolivia el mas beneficioso, porque le permitía sus exportaciones bajo condiciones que el Brasil jamás hubiera propiciado en una mesa de negociación.
El "rico" territorio al cual refiere solo es son bienes materiales, la riqueza de un país no se produce por la mera existencia de recursos, también por la existencia de instituciones que saben administrarla, cosa que Perú ni Bolivia pudieron jamás concretas a diferencia de Chile. Si Chile es hoy desarrollado es por la simple gestión de la institucionalizad, y porque afortunadamente nunca hemos tenido en nuestra historia caudillos.
El único territorio que ustedes "cedieron", fue el comprendido entre los paralelos 23 y el río Loa, el cual con suerte tenía salitre en el Toco.
300,000 libras junto a otras disposiciones portuarias que ningún otro país en el mundo posee compensan el valor ofrecido, de no haber sido así el monto hubiera sido infinitamente mayor.
Lo único que contemplo es un despechado que busca el pretexto para no asumir su presente.
Despecho...?, me sorprende la vanalidad con la que termina su superflua argumentacion, basada como siempre, en otra mas de las multiples mentiras y medias verdades, que la historiografia de su pais ha ido incrustando tendenciosamente en la historia real de la Guerra del Pacifico, tergiversando los hechos a traves de los años. Comenzando con historiadores como Bulnes y politicos como Pinto, a lo largo de mas de 148 años han ido pregonando a los 4 vientos mentiras, para justificar una artera y codiciosa usurpacion de lo ajeno. Ud señala que el Brasil pago en cuotas y pretende justificar la vergonzosa cantidad de 300.000 libras a cambio de un riquisimo territorio que hasta hoy, sustenta la economia de un pais que nacio con muy poco a la vida independiente. Si no se entero, Chile pago tambien en cuotas la irrisoria suma de 300.000 libras, lo hizo en dos pagos de 150.000 cada una. La construccion del ferrocarril Arica-Viacha no le significo nada, porque administro completamente el ramal durante 15 años, a partir de la entrega oficial del mismo, por lo tanto recupero con creces lo invertido y mas. Sobre el libre transito, Uds. saben que nunca fue cumplido a cabalidad,ahi esta el cierre del puerto durante la Guerra del Chaco, y la paralizacion del mismo cuando les da la gana. Es una completa sinverguenzura decir que el "libre Transito" ha sido cumplido tal como fue concebido en 1904, con plena libertad de trafico para los bolivianos,peor ahora que los puertos chilenos han sido privatizados y son administrados por intereses particulares y con una vision empresarial. Consiguientemente, aunque Ud y un puñado de fanaticos sigan pregonando mentiras, la cruda realidad historica se impone cada dia a las fantasias tendenciosas.El tratado de paz fue un vil engaño a la Nacion Boliviana y a la Comunidad Internacional.
ResponderEliminarPor favor, le ruego una pregunta concreta sobre la firma del Tratado de 1904. Sé que se firmó en Santiago de Chile, pero exactamente ¿dónde? ¿En el Palacio de la Moneda, en el edificio de la cancillería o en algún otro lugar? Gracias de antemano
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